Una Palabra Oportuna 2607

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Un espacio para caminar con Jesús

Oración de la mañana
Domingo 2 de julio de 2023

Por: Herlinda Gamboa
Narra: Julitze Mayurel

Cafecito de la esperanza en domingo


¡Cuánta luz y vida tienen tus palabras!

Señor Jesús, tu palabra este domingo nos coloca ante el primer mandamiento y lo que significa: amar a Dios sobre todas las cosas.

Propones una radicalidad de amor absoluta que exige purificar lo que en nuestras relaciones no genera vida porque es contrario al Evangelio. Le hablas a misioneros; ser testigo cristiano es tener la actitud de vida existencial del Crucificado.

Recordar siempre que “el llevar la cruz del testimonio, tu modo de vida y proceder”, para nosotros es el “cada día de la vida cristiana”. ¡Cuánta luz y vida tienen tus palabras! “El que quiere a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí” ¿Cómo orar esta propuesta tan radical? Ven, Espíritu Santo danos tu luz para entenderla y vivirla.

“El que no carga con su cruz y me sigue, no es digno de mí”: Otra palabra difícil con un hermoso propósito, con Santa María, nos disponemos a estar largo rato en oración, hasta que vayamos percibiendo tu luz y verdad. ¿Cómo seguirte a ti, el crucificado por amor, por estar cerca y llevar consuelo a los crucificados, si huimos de la cruz? ¿Cómo estar con los crucificados y no vernos un día, como tú, crucificados? Ser cristianos no es buscarnos un Dios a nuestra medida ni las cruces cargarlas sobre los demás.

Ser tus amigos es acoger el instante de gracia para amar, aunque nos cueste sufrir y callar. ¿Por qué no dar el paso hacia el Amor? ¿Por qué no dar la vida? La alegría brota de la entrega total. “Perder la vida por ti, es encontrarte. “El que dé a beber, aunque no sea más que un vaso de agua fresca, a uno de estos pequeños, no perderá su recompensa”.

Te identificas con los pequeños de la tierra. Un pequeño detalle ofrecido desde el corazón, ¡cuánta alegría suscita! Es como un oleaje de vida que llega hasta las orillas del mundo.

Dar no seca el agua de nuestro pozo, la desborda. Sólo el amor, recibido y dado, hace que la vida merezca la pena. “Tú eres un vaso de agua fresca para nuestra sed”. Danos tu amor y gracia que eso nos basta. Amén. PAZ Y BIEN.

Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.