Oración de la mañana. Domingo 01 de mayo de 2022.
Por Herlinda Gamboa. Narra Julitze Mayurel.
Cafecito de la esperanza en el Tercer Domingo de Pascua
Señor Jesús, con los apóstoles vamos a pescar. Es domingo y amanecemos nuevamente en la orilla del lago. Los discípulos quieren volver a su oficio, a la vida de antes de conocerte. No tienen otro horizonte que la pesca. Aquellos buenos años contigo, aquellas ilusiones, aquellas esperanzas, deben quedar sepultados en el olvido. Como buenos conocedores de su oficio, van de noche, el tiempo propicio para la pesca. No obstante, aquella noche no pescaron nada. Ante tu pregunta: muchachos, ¿tienen pescado? Ellos contestan con un no rotundo.
Y palpan el fracaso, la desilusión. Al amanecer, justo cuando ya se ha agotado el tiempo oportuno para pescar, un desconocido les manda que echen de nuevo las redes, antes de volver a casa sin un pez, te hacen caso. ¡Y las redes revientan! Y caen en la cuenta de que eres el Señor. Y llega el gozo desbordante, el entusiasmo, la alegría de la vida. Un Jesús maravilloso que les invita al almuerzo ¡más sabroso de su vida! con el pescado que tú mismo les has preparado. Contigo lo más sencillo y ordinario de la vida se puede convertir en fiesta. Nuestra vida estéril, vacía, triste, se puede llenar de plenitud. Sólo hace falta: creer.
La fe consiste en un encuentro “vivencial” contigo. Pedro, ¿me amas? Sí, Señor, sabes que te amo. Le exiges que el vacío de una infidelidad la cubra con la abundancia de su amor. Que sea Doctor en la “Escuela del amor”. Quédate junto a nosotros, si nuestra fe se apaga Tú enciendes en nuestra vida mil estrellas de esperanza. En nuestro café agradecemos por la gente trabajadora, celebramos su día….
Danos tu amor y gracia que eso nos basta. Amén. PAZ Y BIEN.
¡¡¡ Feliz día del trabajador!!!
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.