Oración de la noche. Martes 19 de mayo de 2020.
Por Javier Fuenmayor SJ.
Tiempo especial de la noche para disponer mi espíritu a culminar el día bajo la mirada amorosa del Padre Bueno. Sereno mis emociones respirando profunda y suavemente. Aquí estoy en tu presencia, mi amado Señor: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Tu generosa presencia en la vida hace brotar del corazón un agradecimiento perenne. Gracias por todo.
Tu presencia viva en mi cotidianidad la redescubro cada día. ¿Adónde, Señor, me quieres llevar? Hazme percibir tu voluntad en mi vida diaria. Ayúdame a reconocer tu paso y decirte sí.
Te pido perdón si hoy he cometido alguna acción que desdiga de tu gracia generosa. Quiero seguir creciendo. No quiero estancarme en el camino hacia la santidad y la humanidad plena.
Me dispongo totalmente al descanso nocturno porque confío en ti. Tú me cuidas y me guardas.
Bajo la mirada amorosa de la Madre del cielo, digo:
Oh, señora y Madre mía,
con filial cariño vengo
a ofrecerte en esta noche
cuanto soy y cuanto tengo:
Mis ojos para mirarte,
mi voz para bendecirte,
mi vida para servirte,
mi corazón para amarte.
Amén.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.