El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió este lunes que existen nuevos retos para la seguridad internacional, que provienen de Rusia y China.
Biden hizo la advertencia poco después de su llegada a la sede de la OTAN para participar en la cumbre de los líderes de la alianza.
«Rusia no está actuando de manera coherente con lo que estábamos esperando, ni China tampoco», consideró el mandatario estadounidense, en una conversación con el secretario general de la alianza, Jens Stoltenberg.
Biden insistió en que es necesaria una mayor coordinación, algo de lo que habló con sus interlocutores en la cumbre del G7 en el Reino Unido el pasado fin de semana.
«Obligación sagrada»
«Lo diré claro: la OTAN es muy importante para los intereses del EE.UU.», subrayó Biden, quien destacó que el artículo 5 de la alianza es «una obligación sagrada».
La Casa Blanca subrayó en un comunicado que Biden reafirmará en la cumbre de la Alianza Atlántica el compromiso de su país con la defensa y la seguridad colectivas.
Y detalló una serie de puntos sobre los resultados que arrojará esta cumbre, que están en sintonía con la visión estadounidense.
En primer lugar citó a Rusia y a China, y remarcó que en esta cumbre se preparará un «nuevo concepto estratégico».
Se trata de «un marco que servirá de guía para afrontar las acciones y políticas agresivas de Rusia; los desafíos presentados por la República Popular China a nuestra seguridad colectiva, prosperidad y valores; y las amenazas trasnacionales como el terrorismo, las ciberamenazas y la crisis climática».
Además, apuntó que apoyarán una nueva política de ciberdefensa, un objetivo de Washington, que ha sido blanco de varios pirateos informáticos lanzados desde territorio ruso.
Otro de los temas para la Administración de Biden son las contribuciones del resto de países a la alianza, indicando que los dirigentes se comprometerán a aumentar sus contribuciones en fondos, capacidades y efectivos.
Fuente: EFE