Durante la campaña recorrió varios estados: Monagas, Anzoátegui, Sucre y Delta Amacuro sustentándose sobre la plataforma del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), y el andamiaje político y logístico que implica.
Por lo pronto, Kariela Aray, es el único nombre que se conoce de los tres parlamentarios indígenas nacionales que ya han sido elegidos.
Hay que destacar que hasta el 11 de diciembre a als 12:40 pm, el CNE no ha oficializado su triunfo, pero fuentes directas consultadas por Radio Fe y Alegría Noticias han asegurado que “ya es la ganadora”.
Kariela Aray es un joven del pueblo indígena warao del estado Delta Amacuro. Durante sus primeros años de incursión política se integró a las filas del partido político indígena Osibu (Organización Socialista Bolivariana Unida). Esta organización tiene su asiento en el estado Delta Amacuro, y durante los últimos años ha intentado expandirse a todo el país sin lograrlo.
Su primer intento de llegar a un puesto de representación popular ocurrió en el 2018, cuando su nombre sonó como una alternativa entre varios aspirantes elegibles por el PSUV como candidatos al Concejo del municipio Antonio Díaz en Delta Amacuro.
Luego de varios debates, su nombre fue descartado. A la par de sus pretensiones de llegar a un cargo de representación popular, ejerció como presidenta del Instituto Regional de Atención al Indígena, un organismo dependiente de la gobernación del estado Delta Amacuro, cuyo objetivo es atender a la población originaria en el ámbito estadal.
Posterior a ello, su designación como autoridad única del ministerio Indígena en Delta Amacuro significó un ascenso en su carrera política durante el primer trimestre del 2020, y casi de inmediato vino su designación como candidata al parlamento nacional en representación indígena bajo la tutela y el abrigo político de Lizeta Hernández, gobernadora del estado Delta Amacuro.
Dentro de la política deltana, hay quienes afirman que el vertiginoso crecimiento de Kariela Aray en la política durante los dos últimos años, guarda alguna relación con la influencia de su papá, Leonardo Aray, concejal del PSUV en el ayuntamiento de Antonio Díaz, y su “fracaso” en su primer intento de ser candidata.