Más de 40 millones de niños son refugiados, desplazados y migrantes

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Niños desplazados y migrantes
Foto: Sergi Cámara

En la emergencia, la educación es el primer derecho que se pierde y el que más tarda en recuperarse.

Guerras, violencia, catástrofes naturales, situaciones de pobreza extrema, obligan a más de 100 millones de personas a abandonar sus hogares. Situaciones que afectan especialmente a la infancia, alejándola de su entorno, de su escuela y de sus oportunidades de futuro.

Niños y niñas que se enfrentan a una nueva vida, llena de miedo e incertidumbre, y que necesitan recuperar su derecho a la educación en los lugares de acogida.

Junto a nuestras organizaciones socias, desde Entreculturas y Alboan trabajamos para que accedan a la educación: la escuela les ayuda a superar los traumas, aporta normalidad a sus vidas y les da un espacio de acogida y de inclusión.

Es en la escuela donde se facilita la inclusión, la reconciliación y la paz

Desde Entreculturas y Alboan trabajamos junto a Fe y Alegría y el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) para ofrecer acceso educativo a la infancia desplazada y refugiada, así como espacios de relación y acogida. 

A través de nuestra labor fomentamos la convivencia y prevenimos la exclusión, tanto en los centros educativos como en las comunidades.

Foto: Sergi Cámara

Colombia: educación que acoge

Más de 7 millones de personas venezolanas han salido de su país durante las dos últimas décadas. El 85 % se está quedando en los países de la región, como Colombia, que está intentando responder a nivel regional con esfuerzos articulados de ayuda humanitaria. Sin embargo, las cifras son tan grandes que han generado una presión insostenible sobre los recursos y servicios públicos nacionales. En la frontera central con Colombia, la ciudad de Arauca, con una población de casi 90 mil habitantes, cuenta con casi 37 mil personas refugiadas venezolanas, lo que está generando situaciones de tensión y conflicto.

Junto a JRS en Latinoamérica y Caribe trabajamos para ofrecer acceso a la educación a los niños y niñas refugiados y para fortalecer espacios protectores y de prevención, tanto en instituciones educativas como a nivel comunitario, que les permitan alejarse de dinámicas de violencia y ser constructores de inclusión y de paz.

Foto: Sergi Cámara

Trabajamos para responder a las situaciones de emergencia que viven estas comunidades

Dentro de Colombia, en la zona de Buenaventura, atendemos también, junto a JRS Colombia, a personas desplazadas internas de comunidades étnicas, como es el caso del pueblo Wounnan, una comunidad indígena que tiene su territorio en la región del bajo Calima y fue desplazada por la confrontación entre grupos armados.

Atendemos a más de 5 mil 400 personas facilitándoles atención de primera necesidad, asistencia sanitaria y acceso a la educación. A través de la educación promovemos la seguridad y la protección de los niños y niñas contra el reclutamiento forzoso y su utilización en actividades ilegales y fomentamos su integración e inclusión en las comunidades de acogida.

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