Espiritualidad. Viernes 29 de abril de 2022.
Por Antonio Pérez Esclarín.
Jesús hombre libre
Seguir a Jesús resucitado es optar como Él por la libertad liberadora. Jesús fue un hombre increíblemente valiente y libre entregado por completo a su misión. Libre del dinero, de la ambición, de los prejuicios, del qué dirán, del poder, incluso de la ley si se usaba para oprimir y abusar. Siempre reafirmó con sus enseñanzas y comportamiento el valor absoluto de la persona.
Ni las instituciones, ni las leyes pueden absolutizarse y mucho menos ser manipuladas para legitimar la opresión y el maltrato. Por ello Jesús se enfrentó permanentemente con las autoridades religiosas, jurídicas, políticas y económicas, que utilizaban las instituciones, las leyes y el poder para dominar las conciencias y legitimar la opresión. Frente a la ley, con frecuencia injusta, y que los poderosos utilizan y manipulan en su propio beneficio, Jesús propuso el mandamiento nuevo del amor, que es una opción por el otro, por todos los otros.
El amor es más exigente que la ley. Las madres que aman de verdad van siempre mucho más allá de lo que les obliga la ley, y algunos como el propio Jesús, hasta son capaces de dar su vida por amor. No sólo lo dieron todo, sino que se dieron, se regalaron hasta la muerte. Por lo general, los grandes defensores de los derechos humanos terminan perdiéndolo todo, y en nombre de la ley son encarcelados y hasta asesinados.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.