Una Palabra Oportuna No. 1888

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Espiritualidad. Viernes 08 de julio de 2022.

Por Antonio Pérez Esclarín.

Creer en Dios

Para el cristiano, creer en el Dios de Jesús es descubrir con gozo que no estamos solos, que Él alienta nuestros sueños de bondad y acompaña en nuestra decisión de combatir el mal y trabajar por construir un país justo y fraternal, en el que las personas vayamos aprendiendo a convivir, compartir y dialogar. Creer en un Dios Padre es saberse acogido y querido.

Dios me acepta y me quiere como soy, con mis cualidades y mis defectos, con mis sueños y mis cansancios, con mis actos de generosidad y con mis actitudes egoístas y cobardes. Puedo vivir con confianza y sin temor, Dios es mi padre, me acepta, me ama y nunca me rechaza. Jesús es nuestro hermano mayor, el que nos revela el rostro verdadero del Padre y nos muestra el camino para ir a su corazón.

Creer en Dios hijo es saberse acompañado. El Espíritu Santo es comunión del Padre y del Hijo, abrazo recíproco, amor compartido. Creer en Dios Espíritu Santo es saberse habitado por el amor. El Espíritu nos mantiene en comunión con el Padre y con el Hijo. Él nos consuela, nos fortalece, nos renueva y mantiene vivo en nosotros el deseo de Dios de construir el reino, un mundo más humano y fraternal. Por ello, vivamos y hagamos todo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.