Una Palabra Oportuna No. 235

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Una Palabra Oportuna

Oración de la noche. Domingo 17 de mayo de 2020.

Por Javier Fuenmayor SJ.

Momento de recoger el día en la presencia del Señor.

Sereno mi espíritu. Suelto toda tensión corporal. Respiro profundamente. Tomo conciencia de la presencia amorosa del Padre: Aquí estoy, Señor, bendíceme.

Gracias Señor por este día de vida que tu misericordia me ha concedido. Gracias por todos los dones de tu generosidad que he recibido hoy.

¿Cuál ha sido tu paso en mi vida durante esta jornada? Discierno en mi interior por dónde el Señor me ha llamado. Su Palabra ha resonado en nosotros en este día: “Si me aman, cumplirán mis mandamientos”. En el silencio del corazón me dejo iluminar por su voz y redescubro su invitación personal para mí.

Me arrepiento de todos mis pecados. Pido perdón con humildad. Renuevo su misericordia y mis deseos de conversión.

Confío plenamente en ti, Señor, por eso puedo descansar en paz.

Jesús, Hijo del Padre, cuando avanza la noche oscura sobre nuestro día, concédenos la paz y la esperanza de esperar cada noche tu gran día.

Amén.

Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.