Varias familias del pueblo indígena jivi, en el estado Amazonas, se encuentran vulnerables ante los efectos de las lluvias desde inicios de abril.
Días de intensas lluvias debilitaron parte de las estructuras de las viviendas y las ha hecho inestables. Estas viviendas pueden colapsar en cualquier momento, según manifestaron los propios originarios.
Las viviendas están hechas en su mayoría con bahareque, una especie de mezcla entre restos de hojas, latas y lodo que se fortifica con el sol, pero que una vez afectado por las lluvias, suelen volver a su estado inicial y se debilitan.
Las bases de estas viviendas son de madera que sustenta la estructura, pero el paso del tiempo la descompone. Esta realidad pone en alto riesgo a varias familias que, conscientes de este peligro, prefieren estar a la intemperie para resguardar sus vidas.
De acuerdo con Radar de Amazonas, las familias del pueblo indígena jivi afectadas por las lluvias y el debilitamiento de sus viviendas están ubicadas en Campo Alegre, en el kilómetro 3 al norte de Puerto Ayacucho, la capital del estado Amazonas.
Allí en Campo Alegre, la señora Flora González se quedó sin vivienda luego de que el techo de su casa se viera afectado.
“Todas mis pertenencias salieron volando: mi neverita, mi comida, la bombona, el televisor, la ropa, todo. Perdí todo con ese huracán”, expresó la afectada.
Por su parte, residentes de Campo Alegre aseguraron que la ayuda del Gobierno es insuficiente, pese a que los han asistido con bolsas de alimentos. El problema más grave es la vulnerabilidad de sus viviendas, pues varias familias no tienen a dónde ir.
Con información de Radar de Amazonas.
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