Neolengua y apagones

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Foto: Radio Fe y Alegría Noticias

El salario que no es medio Petro, los apagones que no administran carga y la violación sistemática de los Derechos Humanos que no es propaganda. La última semana se puede enmarcar en el decálogo de la «neolengua». Si, la de 1984.

Los cortes eléctricos volvieron a las ciudades y a los pueblos de la cola del Sistema Eléctrico Nacional. O «Nunca se fueron», como dijo la presidenta del Comité de Usuarios Afectados por Apagones, Aixa López. Lo que si volvieron fueron los bloques de oscuridad detrás del «Programa de Administración de Carga».

En Mérida, por ejemplo, el gobernador Jehyson Guzmán oficializó la precariedad como modo de vida. Habitantes de esta zona andina denuncian que los apones pueden durar hasta 16 horas en un día.

Occidente se apaga

En las últimas semana, los estados Zulia, Táchira, Lara, Trujillo, Falcón y algunas zonas de Apure y Barinas vuelven a mirar con zozobra los reguladores, batallan contra los zancudos y sudan por el calor constante, en especial los marabinos. La sombra del 2019 regresó y el occidente del país se apaga.

Entre tanto, las autoridades también regresaron a las razones de antaño. El ministro de Energía Eléctrica, Néstor Reverol, denunció a través de Twitter que grupos delictivos propinaron un nuevo «ataque» contra el Sistema Eléctrico Nacional (SEN). El mismo, explicó, causó daños a ese servicio en varias zonas del estado Zulia.

Foto: Radio Fe y Alegría Noticias

Más allá de las razones, la realidad muestra ciudades a oscuras, caseríos sin conectividad y sin agua. No importa como le digan, la realidad es que no hay horario ni fecha en el calendario para que se vaya la luz.

¿Qué pasó con el medio Petro?

El jueves tres de marzo, el presidente de la República, Nicolás Maduro, anunció un nuevo aumento del salario mínimo que «impacta a todas las tablas salariales». Y que estaría anclado al Petro.

La gaceta se hizo esperar y fue el 17 de marzo cuando se oficializó el incremento, aunque no aparece lo que se dijo a principio de mes. En el documento no aparece que el salario dependa del Petro. No dice que sea el equivalente a medio Petro.

El salario mínimo y las pensiones quedaron en 130 Bolívares exactos, no importa si el Petro sube o baja. Puedes leer la gaceta de nuevo, por si algo pasó por debajo de la mesa.

Las reacciones no se hicieron esperar y casi por unanimidad, la ciudadanía de El Tigre, en Anzoátegui cree que el aumento sigue siendo «poquito».

Por su parte, los pensionados volvieron a protestar y el 16 de marzo pidieron «mantener la calle activa», para que el Estado cumplan el artículo 91 de la Constitución. El dirigente sindical Carlos Julio Rivera, presidente de la Asociación de Jubilados y Pensionados del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) comentó a Radio Fe y Alegría Noticias que el Ejecutivo nacional debe pagar un salario y una pensión que cubra las necesidades de los trabajadores y jubilados.

Tal y como va la economía del país, vale la pena preguntarse: ¿alcanza el salario?, ¿fue suficiente el aumento decretado por las autoridades?, ¿el salario garantiza que un trabajador o un pensionado pueda cubrir todas las necesidades básicas?

Vivos de milagro

Al margen de los discursos, los abuelos y abuelas de la Guajira aseguran que están vivos «por un milagro de Dios».

Radio Fe y Alegría Noticias hizo un recorrido en la comunidad de Taparo ubicada en la línea fronteriza de Paraguachón, allí viven 60 personas. Los abuelos manifestaron que no pueden tomar ningún tipo de medicamentos desde hace tres años; algunos se aferran a tomar remedios caseros que les alivian un poco los dolores de la vejez.

Conversamos con Angelina Montiel, de 80 años, quien contó que lleva muchos años sin tomar medicinas, tampoco ha asistido a una consulta médica; ella no sabe qué tiene, pero está segura que ya sus piernas no le da para caminar.

La policía de Carabobo mata

Según el informe anual del proyecto Lupa por la Vida presentado este lunes 14 de marzo, la policía de de Carabobo es letal. Lo fue en 2021, es la responsable de cometer 131 presuntas ejecuciones extrajudiciales.

Marino Alvarado, coordinador de Exigibilidad del Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea), dijo que el gobernador de Carabobo, Rafael Lacava debería estar al tanto de estas muertes violentas y por esa razón pidió que sea investigado.

También solicitó que se investigue al exgobernador del estado Zulia, Omar Prieto, ya que durante tres años consecutivos la policía de esta entidad fue la más letal del país.

Al informe presentado por Provea y el Centro Gumilla le salió sobrenombre, el ministro de interior, Remigio Ceballos lo llamó «seudo informe«. Según el alto funcionario, en Venezuela sí se respetan los Derechos Humanos.

Criticó a Provea y dijo que «está financiada por organismos internacionales, entre ellos la Open Society de George Soros y que solo buscan objetivos políticos para denigrar contra Venezuela».

Y sobre Derechos Humanos, la Alta Comisionada de Naciones Unidas, Michelle Bachelet actualizó su informe sobre Venezuela. Alabó las reformas que el gobierno ha hecho al sistema de justicia y no mencionó las ejecuciones extrajudiciales, pese a la documentación presentada por las organizaciones de la sociedad civil.

Por su parte, La abogada e investigadora del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello (CDH-UCAB), Marianna Romero, afirmó que el Estado venezolano sigue sin abordar los de fondo para dar soluciones a la sociedad.

Pero, así como con los cortes eléctricos, la realidad se impone y la violación sistemática de los Derechos Humanos de la gente salta a la vista. El padre Alfredo Infante, Jesuita y párroco en La Vega, Caracas, advirtió que la gente vive atemorizada por la actuación policial. Sobre todos los chamos.

Los pueblos olvidados

Al sur, en Amazonas está San Fernando de Atabapo, la cuna de la explotación de caucho en la amazonía y antigua capital del Territorio Federal Amazonas. Allí, en pleno siglo XXI siguen desconectados del Sistema Eléctrico Nacional. En consecuencia, los habitantes de esta población fronteriza con Colombia no gozan de los derechos consagrados en la Constitución.

El periodista de Raudal Estéreo 92.9 fm, Richard Ortega informó para el programa De Primera Mano de Radio Fe y Alegría Noticias que las plantas eléctricas se quedarán sin operar porque aún no han recibido los 35 mil litros de combustible diésel que necesitan para poder suministrar el servicio en el municipio.

Los 35 mil litros abastecen a gran parte del municipio por un período de entre 24 y 29 días, aproximadamente. Pero «desde hace un tiempo el gasoil no llega (a la capital del estado) y se debe a las trabas que pone la Zona de Defensa Integral de la Fuerza Armada en Amazonas y por la ausencia del combustible».

¿Y los Derecho Humanos de estos Venezolanos?…

La realidad de los centros hospitalarios también se impone al informe de Michelle Bachelet. Las máquinas paradas ponen en peligro de muerte a pacientes en diálisis, lo declaró Carlos Márquez, Presidente de la Sociedad Venezolana de Nefrología y advirtió que la falla de una máquina genera que un paciente, que debe recibir 12 horas de diálisis, 4 horas diarias en 3 turnos a la semana, vea reducida su atención a solo 2 horas día. A la semana eso se traduce en solo 6 horas.

“A nivel nacional todas estas máquinas están fallando; las que menos tiempo tienen suman 10 años.

Vuelve la pregunta, ¿y los Derechos Humanos de estos pacientes?…

Asesinadas por ser mujeres

En el mes de marzo, mes de las mujeres, el Comité de Familiares de Víctimas del Caracazo (Cofavic), publicó que entre 2017-2021 ocurrieron 1.821 muertes violentas de mujeres en Venezuela, de las cuales 53% corresponden a “feminicidios”.

Según Cofavic 1051 casos (58%) corresponden a mujeres entre 18 y 40 años de edad, 311 casos (17%) corresponden a mujeres de 41 a 60 años, 301 casos (17%) corresponden a niñas menores de edad, y finalmente 156 casos (9%) de mujeres con 61 años o más.

¿Gozan las mujeres de garantía de Derechos?…

Esta ultima semana, como de costumbre pasó de todo. Tanto que el gobierno le devolvió las instalaciones del Sambil de La Candelaria a sus dueños después de 13 años de expropiación y de haber hecho nada con la estructura.

Y aunque se diga lo contrario, la realidad muestra una fachada descolorida y ruinosa.

La neolengua, eso que George Orwell describió en su novela 1984 para graficar, que la realidad no es lo que ves sino como te dicen que es, para imponer una narrativa favorable al poder. Para contar unos hechos que no necesariamente son los que se pueden contrastar y revisar y jurungar para comprobar.

Eso de cambiarle el nombre a las cosas y a los hechos para minimizar o maximizar el impacto es neolengua. Decir que hay un plan de administración de carga para renombrar los apagones y justificar las horas que la gente deja de vivir porque no hay electricidad, porque hay apagones, bajones, televisores dañados, neveras quemada y negocios quebrados es neolengua.

Al final del día, la realidad está ahí, en frente, en tu casa, en las horas te pasas sin trabajar, sin estudiar. La realidad se estremece en con el llanto de cada madre que pierde a su hijo por un disparo de revolver, en un operativo de seguridad, en un «enfrentamiento». También cuando los medios escribimos que fue «abatido».

Lo que pasa de verdad lo muestran los abuelos de la Guajira, los que dicen que están vivos de milagro, porque no comen, porque no toman medicinas, porque no tienen agua y ya no pueden caminar, porque la realidad les pasó por encima, porque el Estado los dejó atrás, porque la Crisis Humanitaria Compleja los convirtió en una cifra para encasillar el drama de la miseria en los informes de Michelle Bachellet.

La realidad se impone. No importa si le cambias el nombre, no importa que estemos a oscuras o que se prometan salarios que en la bodega no compran ni la comida de esta noche.