Taxistas merideños tienen que esperar más de cinco meses por gasolina

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Taxistas deben esperar más de dos días en cola para poder surtir de combustible exponiéndose a la inseguridad, al contagio del coronavirus entre otras vicisitudes. Foto: Rossana Mosquera

La situación del combustible en el país se recrudece día tras días, lo que genera que a varios sectores productivos les cueste seguir manteniéndose y los taxistas merideños no son la excepción.

Estos profesionales del volante señalan que deben esperar más de cuatro meses para poder surtir gasolina en la estación de servicio Palo Palito en la avenida Los Próceres. Pero esto “no es rentable” para este sector laboral y más cuando solo le surten a cada vehículo 30 litros.

Uno de los trabajadores de la línea de taxis 51 y ex-presidente de Líneas Unificadas, Ricardo Martínez, mencionó a Radio Fe y Alegría Noticias que deben recurrir hacia otras estaciones de servicio que cobran en dólares para llenar los tanques.

“Esperar cuatro y cinco meses para 30 litros de combustible de verdad que es completamente nulo. Por lo general nos estamos yendo a las estaciones dolarizadas y nos suministran 40 litros de combustible y damos 20 dólares”, aseguró Martínez, quien aclaró que se las ingenian para conseguir los dólares en efectivo, ya que la mayoría de los usuarios cancelan la carrera con bolívares por transferencia.  

Explicó que para garantizar el surtido de combustible, espera dos días en cola exponiéndose a la inseguridad, al frio, la lluvia y hasta aguantar las ganas de ir al baño.

“Hago la cola todo un día y la noche para poder echar gasolina, pero ahora nos llegan las autoridades y nos dicen que nos retiremos de la estación porque no quieren ver colas de vehículos”, aseguró el trabajador del volante.

Vehículos presentan fallas tras la calidad de la gasolina

Martínez señaló que cuando logran tanquear, algunos autos comienzan a perder potencia, igualmente presentan fallas al prenderlo, deterioros en los inyectores, entre otros daños causados, según los trabajadores del volante, “por la baja calidad del combustible”.

“Este combustible es de mala calidad, es un engaño Ya yo he dañado dos pilas de gasolina y muchos compañeros van por el mismo camino. Cuando interactúo con ellos me dicen que ahora los carros les cuesta mucho encenderlos”, relató.

Ante esta situación gran parte de estos trabajadores se han dedicado a otros oficios para poder subsistir y mantener a su núcleo familiar. Esperan que las condiciones en el surtido de combustible mejoren para volver a trabajar sin tanto sufrimiento ni complicaciones.