Una Palabra Oportuna No. 1500

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palabra

Espiritualidad. Lunes 27 de diciembre de 2021.

Por Antonio Pérez Esclarín.

La revolución sanadora de la ternura

Estos días navideños son muy propicios para promover, como nos pide el papa Francisco, la revolución sanadora de la ternura,  es decir, poner nuestra vida al servicio del hermano, tratar a todos con cariño y buscar su bienestar. El pesebre de Belén es expresión de esa infinita ternura de Dios que se hace niño desvalido y pobre y nos invita a construir un mundo de paz y de amor.

La ternura siempre misericordiosa, expresión serena de un profundo respeto, se muestra en el detalle sutil, en la mirada cómplice, en la sonrisa alegre, en la escucha atenta, en la palabra cariñosa, en el abrazo sincero. Solo mediante la ternura podremos curar nuestras profundas heridas y empezar a reconciliarnos como conciudadanos y hermanos.

La ternura no es blanda, sino fuerte, firme y audaz, porque se muestra sin barreras y sin miedo. La ternura hace fuerte el amor y enciende la chispa de la alegría a la adversidad. Gracias a ella, toda relación se hace más profunda y duradera porque su expresión no es más que un síntoma del deseo de que el otro esté bien.

Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.