Oración de la mañana. Domingo 13 de febrero de 2022.
Por Herlinda Gamboa. Narra Julitze Mayurel.
Cafecito de la esperanza en camino de conversión
Señor Jesús, esta mañana nos invitas a volver la mirada al dolor y carencias, de nuestros hermanos. No aferrarnos a nada, reconocer que todo bien material es pasajero. Lo importante lo tenemos en el corazón y lo podemos ver en los ojos de nuestros hermanos, los niños, los humildes y los pobres. Te contemplamos: “levantando los ojos hacia tus discípulos”, les llamas: Bienaventurados… y lo son porque te siguen, escuchan, guardan en su mente y en su corazón tus palabras, lo han dejado todo para seguirte, esperan un nuevo Reino…
Son dichosos también los pobres, que se sienten pequeños, no buscan almacenar para poseer. Su tesoro está en el cielo. Los que tienen hambre de amor, pan, hogar, felicidad, hambre de Dios…Sólo tú puedes saciarlos. Dichosos los que ahora lloran al ver la situación de nuestro mundo, las injusticias sociales, el pecado que contamina la bondad. Dichosos cuando los odien los hombres, y excluyan, insulten y proscriban su nombre como infame. Es el pago al amor desinteresado, a la entrega sin condiciones.
Así fue contigo, con los profetas y los santos. Alegrémonos, aunque las nubes negras del odio caigan sobre nosotros, teniendo la mirada arriba y manteniendo nuestra mente en Dios. Superando dificultades, críticas y enojos, sabiendo que el mal nunca tiene la última palabra; porque por la cruz se llega a la luz, dejando que actúes en nuestras vidas. Alegrémonos, pese a las dificultades, eres nuestra fuerza, el Espíritu que vence al mal.
Danos tu amor y gracia que eso nos basta. Amén. PAZ Y BIEN.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.
