La calidad educativa en Venezuela demanda la atención urgente de todos los sectores de la sociedad. Según Oscar Rose, coordinador de la organización Con la Escuela, es fundamental atender esta problemática desde sus aspectos más básicos, como el aprendizaje de la lectura y las matemáticas a partir de los primeros años de escolaridad.

Durante su entrevista con el programa Háblame Bajito, transmitido por Radio Fe y Alegría Noticias, Rose reveló los resultados que arrojó una encuesta realizada por la ONG en siete entidades del país entre febrero y marzo de 2022, donde evidenciaron que el 36 % de las aulas de clases eran insuficientes para albergar a la matrícula de estudiantes, lo que los obligaba a desplazarse de un salón a otro en busca de espacio.

Equipamiento de los salones

En cuanto a su equipamiento, la situación era igualmente crítica. El 50 % de los pupitres estaban en mal estado o no servían. El 28 % de los pizarrones presentaba deterioro; y un 55 % de los escritorios se encontraban en condiciones precarias.

La falta de recursos también afecta a otros espacios educativos esenciales, ya que el 50 % de las escuelas carecía de una biblioteca, un 40 % no disponía de computadoras, mientras que el 75 % no contaba con el servicio de internet. 

En el caso del estado Mérida, el 74 % de los centros educativos tenía los laboratorios inoperativos, lo que impacta negativamente en el aprendizaje de disciplinas científicas como biología, física y química.

Sobre la infraestructura sanitaria, la situación tampoco era alentadora: el 50 % de los baños se encontraba en mal estado o inservibles.

Precariedad docente 

La crisis educativa no se limita solo a la infraestructura y los recursos.

Rose enfatizó que no se puede reconstruir la calidad educativa ni reivindicar la labor docente hasta que no se resuelva el panorama de precariedad en la que se encuentran los educadores. 

Los datos de Con la Escuela indican que el número de egresados de la carrera de Educación se redujo en un 83 %. En el 2022, un 45 % de los maestros se jubiló sin contar con una generación de relevo que los sustituyera; mientras tanto, el 38 % de las instituciones no poseía el personal docente suficiente.

Los bajos salarios obligaron a un 42 % de los maestros a buscar ingresos adicionales ajenos a su profesión para poder subsistir, mientras que el 70 % tenía que desplazarse a pie a su lugar de trabajo, y el 48 % no podía permitirse adquirir calzado.

El 15 % de los docentes se acostaba sin comer entre 1 y 5 veces en los últimos 15 días cercanos a la fecha en la que se aplicó la encuesta; y el 78 % adquiría menos alimentos en comparación con el año anterior.

Sin embargo, la investigación reveló una resistencia educativa del 93 % en los planteles públicos. Asimismo, el 57 % de los estudiantes que repetían eran varones, en contraste con el 41 % de mujeres. 

Fe y Alegría Educomunicación reitera la necesidad de establecer una alianza para rescatar la educación en Venezuela, que es un derecho vital para el progreso de la sociedad y el desarrollo de cualquier país. 

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