Este domingo 10 de septiembre se celebra el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, una iniciativa organizada por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) y respaldada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

El tema de este año, titulado “Generando Esperanza a través de la Acción”, subraya la necesidad urgente de emprender acciones conjuntas que atiendan a esta problemática de salud pública.

En una reciente entrevista en el espacio Conversaciones fuera del aire, a través del Instagram Live de Radio Fe y Alegría Noticias, el psicólogo forense y presidente del Colegio de Psicólogos del estado Miranda, Víctor Méndez, instó a hablar sobre este tema responsablemente de manera continua y no solo en el marco de esta fecha. 

Méndez subrayó que en Venezuela es necesario establecer un protocolo en el que la salud mental sea un componente central e integrado en la sociedad.

Armar un ruta de acción en equipo

A su juicio, aunque existen esfuerzos en el país para la prevención de este fenómeno, la falta de coordinación y planificación hace que no se llegue a nada. Asimismo, recordó que el Estado es quien tiene los recursos que permitirían armar una ruta efectiva. 

“Hay que sensibilizar a nivel comunitario sobre el tema del suicidio porque esto no solamente se va a dar dentro de la casa, pueden suceder en cualquier lado donde la persona decida cometer la acción”, expresó. 

En el ámbito escolar, recomendó capacitar a los maestros, que son quienes tienen la oportunidad de observar de cerca a los jóvenes, una población que actualmente está en riesgo en el país. Paralelamente, sugirió la implementación de una línea de emergencia de apoyo profesional.

Sin embargo, aclaró que un buen plan no erradicará completamente el suicidio, pero sí minimizará los riesgos. 

Acotó que, aunque el suicidio es una decisión personal y voluntaria, existe la llamada “inducción al suicidio”, donde las personas pueden ser manipulados o influenciadas por determinadas situaciones, como por ejemplo la crisis económica y migratoria.

Signos de alerta

Cambios notables en el comportamiento de una persona, como la pérdida de interés en actividades previamente disfrutadas, mencionar la muerte como una solución o sentirse atrapado en situaciones sin salida, deben considerarse como señales de alerta.

No obstante, destacó que se debe alejar a las personas vulnerables de factores que puedan facilitar consumar el acto; mientras que el mensaje a los familiares es a no responsabilizarse por la decisión de la persona y buscar canalizar el trauma secundario que genera dicho flagelo. 

“Hablar del suicidio no significa hablar de la cobardía de la persona por no querer vivir, ese estigma hay que romperlo aquí en Venezuela”, concluyó. 

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