Un grupo de 60 indígenas yukpas pertenecientes a la cuenca Yaza, en la Sierra de Perijá, permanecen instalados en el terminal de pasajeros de la ciudad de Maracaibo desde el domingo 4 de junio como medida de protesta: ellos quieren viajar hasta Caracas para vender sus artesanías y aseguran que les ponen muchas trabas para hacerlo.
Sabino Romero, uno de los caciques de la Cuenca Yaza en la Sierra de Perijá, aseguró a Radio Fe y Alegría Noticias que entre las trabas que sufren, hay amenazas a los choferes que los transportan o incluso amenazas a directores de terminales, como presuntamente ocurrió en Machiques de Perijá.
“No nos dejan transitar y la carretera es libre”, afirmó.
Los Yukpas piden presencia de la ministra de los pueblos indígenas y del comandante de la Zona Operativa de Defensa Integral en el Zulia (ZODI), para que les resuelvan sus exigencias.
Por esta situación, los choferes no tienen situadas sus unidades de transporte en el terminal, sino que están trabajando desde las afueras, por motivos de seguridad.
Rodmar Urdaneta, director del terminal de pasajeros en la capital zuliana, aclaró a Radio Fe y Alegría Noticias que no están cerradas las instalaciones y destacó que, por prevención, los choferes están operando desde las inmediaciones del terminal, con presencia de la policía municipal.
“La parte administrativa del terminal sigue funcionando. Las empresas siguen funcionando. Por tema de seguridad, la parte operativa de lo que son buses o carritos, están en este momento fuera del terminal, pero esperamos resolver el tema lo más pronto posible”, indicó Urdaneta.
El director del terminal manifestó los choferes tomaron esta decisión porque desde tempranas horas del lunes 5 de junio, algunos de los indígenas quemaron cauchos y lanzaron potes con piedras a ciertos vehículos.
Urdaneta aseguró que ya han hecho enlaces con las autoridades del gobierno nacional para que resuelvan la situación que aqueja a los indígenas, para que los transportistas puedan trabajar con tranquilidad.
Sobre ello, Romero dijo que “los choferes no están amenazados por nosotros”.
“Ellos pueden trabajar sin problemas. El problema no es ni con el terminal, ni con los choferes. Solo queremos el boleto para viajar a Caracas y que el gobierno nos compre nuestra artesanía”, comentó.
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