Un espacio para caminar con Jesús
Tips para discernir la realidad
Martes 13 de junio de 202
Por: Luisa Pernalete
Necesitamos extender las dos manos
Niños trabajando para comer, familias con ingresos de miseria, millón y medio de NNA fuera de las aulas, miles de personas pernoctando días y noches para poder conseguir gasolina, incremento de violencia contra niños y niñas, personas de tercera edad viviendo solos, casi abandonados, miles de migrantes forzados… En fin: emergencia humanitaria compleja con ingredientes añadidos. Mucha gente sufriendo en Venezuela.
Solos, aislados, no podemos enfrentar esta situación con tantas aristas. Necesitamos las dos manos extendidas: una para ayudar a mitigar sufrimientos y otra para pedir ayuda.
La mano extendida para ayudar al otro: acompañar, escuchar, sonreír y saludar con cariño, una pequeña donación para alguna medicina, unas galletas para un niño que limpia vidrios en una esquina, solidaridad pues, empatía, comprensión del otro. Es urgente. Hay grandes y pequeñas acciones que podemos hacer.
La otra para pedir ayuda. Hay gente que cree que solicitar auxilio es señal de debilidad, pues no, es una habilidad social y es señal de inteligencia, de conciencia de nuestras carencias, además, supone confianza en el otro.
En las escuelas debemos enseñar ambas posturas: ayudar y pedir ayuda, recuperar tejido social, solos, aislados no podemos. Extienda sus dos manos.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos
