Este viernes 4 de setiembre la cancillería brasileña dio a conocer que la declaración es un instrumento jurídico ampliamente reconocido y utilizado en las relaciones internacionales, y es una prerrogativa de los Estados para indicar que un representante oficial extranjero ya no es bienvenido como tal en su territorio.
A través de un comunicado la diplomacia del gigante del Sur explica que la decisión recae sobre los representantes venezolanos del gobierno que preside Nicolás Maduro.
No obstante, aclaró que la decisión no equivale a expulsión ni a ninguna otra medida de salida obligatoria del territorio brasileño.
Y es que las desaveniencias entre el gobierno del presidente Jair Bolsonaro y el que representa Nicolás Maduro se han acentuado en lo que va de año.
En el mes de marzo, el gobierno brasileño ya había ordenado la destitución de 4 diplomáticos brasileños y 11 funcionarios que trabajan en la embajada en Venezuela.
En ese momento Brasil esperaba que el gobierno venezolano tomara medidas recíprocas, lo que no se produjo.
Luego, al mes siguiente, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil envió una carta a la Embajada de Venezuela en Brasilia, informando que los diplomáticos tenían hasta el 2 de mayo para salir del país.
En mayo, vencido el plazo inicial dado por la cancillería carioca para la destitución de diplomáticos (o por la pérdida de la condición de diplomático), el ministro Luis Roberto Barroso, del Tribunal Supremo Federal (STF), determinó que estas medidas no podrían llevarse a cabo durante la pandemia del Coronavirus.
Pasado ese período, el grupo sería considerado “persona non grata”, lo que recién se formalizó este viernes, cinco meses después, pero que no contempla la expulsión del territorio brasileño.
Se espera la respuesta del gobierno venezolano a través del canciller Jorge Arreaza.