La agenda de esta semana registra varios temas; condicionado a la dictadura de los caracteres, nos limitaremos a tres asuntos de interés. Para comenzar, a las elecciones en la Universidad Central de Venezuela con el triunfo del Dr. Víctor Rago como rector y al colega Luis Angarita, licenciado en Estudios Internacionales, a quien felicitamos por ser el primer internacionalista en alcanzar tan alta posición en la academia, poseedor de un doctorado en su haber académico. A ambos, junto con el equipo rectoral que les acompaña les deseamos el mayor éxito en su gestión, en esa casa que sigue venciendo las sombras.
El otro hecho en importancia es el intento de inhabilitar a la pre candidata María Corina Machado, una mujer con el valor vernáculo de la india Maria Laya o Luisa Cáceres de Arismendi, cuando fue agredida en la Casa de las Leyes por los herederos de un traidor llamado Pedro Carujo con sus ataques y ofensas al sabio y presidente José Maria Vargas, quien solo le contexto antes de partir al exilio: “el mundo es de los hombres justo”. Esta jugada trapera salió mal cuando uno de los aliados del gobierno el presidente Petro de Colombia, declaro: “ninguna autoridad administrativa debe quitar derechos políticos”.
En este mismo contexto de la agenda interna esta la Asamblea de CONSECOMERCIO realizada en Puerto Cabello los días 29 y 30 de junio; lo significante de esta Asamblea además de realizarse fuera de la capital, fue el valiente discurso de su nuevo presidente Gustavo Valecillos, un empresario del sector automotriz venido de la provincia de la ciudad de los caballeros y como tal con la hidalguía de los hombres de montaña. Su intervención al agradecer su triunfo por aclamación fue resaltado por el claro, valiente y orientador discurso sobre el: Que hay que hacer y como hacerlo, para recuperar el tiempo perdido y hacer del país más competitivo, más eficiente, más productivo.
El nuevo presidente señalo la necesidad de continuar promoviendo la defensa de la libre empresa e impulsar el comercio y los servicios como factor de desarrollo; establecer los mecanismos de pago. Dentro de sus tareas se encuentra el ayudar a promover y fortalecer las actividades económicas. Sin duda el evento fue una demostración del trabajo que realizan nuestros empresarios en busca del bienestar del país y su pueblo, al ser creadores permanentes de fuentes de trabajo.
La guinda de la torta está en la anunciada visita del secretario de Estado americano, el señor Antony Blinken, en uno de los momentos más inapropiados para ir a la excolonia inglesa de la Guyana Británica. El mes pasado mes de abril, la alta comisionada del Reino Unido para Guyana, Jane Miller y del hasta hace pocos días, el dimitente ministro de Territorios de Ultramar, Zack Goldsmith visitaron la zona en reclamación, lo cual deja claro que Guyana hoy en día sigue siendo una colonia al haber cambiado solo la figura de gobernador por la de un alto comisionado. Ahora en una operación tenaza entre Estados Unidos e Inglaterra, como sucedió durante el Tratado de Washington “Compromiso” (1897), ambos gobiernos envían un mensaje claro y conciso: “Apoyamos a Guyana en sus derechos en el Esequibo y contamos con el poder político, diplomático, económico y militar para respaldar a Guyana”.
El señor Blinken se acercará a Puerto España, Trinidad y Tobago entre los días 5 y 6 de los corrientes; hoy 5 de julio participará en la reunión de Jefes de Gobierno de la Comunidad del Caribe (Caricom) con motivo de la celebración de su (L) aniversario; una visita protocolar para llenar su vacía agenda para la región. Ni el señor Biden ni el señor Blinken ante el avance de gobiernos llamados “progresistas” han esbozado un interés hacia la región como sí lo mostraron el expresidente Kennedy con la recordada Alianza para el Progreso; la Iniciativa para la Cuenca del Caribe del presidente Reagan y más reciente el Plan Colombia del expresidente Clinton
En su viaje recreativo el señor Blinken pasará por Georgetown el 6 de julio, para reunirse con el presidente Dr. Mohamed Irfaan Ali; el ministro de Relaciones Exteriores, Hugh Todd y miembros claves del gabinete para analizar temas bilaterales, pero sin mayor trascendencia para lo que es hoy Guyana o su impacto global, como pueden ser la seguridad alimentaria de un país monoproductor solo de arroz, la descarbonización cuando en Guyana no hay industrias contaminantes, la resiliencia climática cuando en Guyana no se recuerda una catástrofe climática, la migración y la creación de capacidad local, posiblemente lo más necesario en un pueblo abandonado hasta hace dos años atrás.
Solo el tema energético por la presencia de Exxon y otras empresas petroleras y de otras nacionales justifican geopolíticamente su presencia ya que los 9 MMb de Guyana pueden solo a mediano plazo satisfacer la demanda petrolera de Estados Unidos.
Sin embargo, por el contrario, el paso de Blinken en momentos en que la reclamación venezolana por el Esequibo se encuentra en uno de los puntos más álgido resulta una provocación y parcialización. Esperamos que el gobierno del señor Biden no desempeñe el papel que jugó la representación americana en el tratado de Washington en 1897, como antecedente de una infame conspiración contra Venezuela y sus derechos en el Esequibo.
Gerson Revanales es internacionalista y profesor universitario. @grevanales
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