Los asesinatos de defensores de Derechos Humanos continúan en Guatemala. Recientemente se registró el de Pablo Ramos, integrante del Comité de Desarrollo Campesino (Codeca).
Personas desconocidas llegaron a su vivienda en la aldea Navajoa, municipio de Morales en el Departamento de Izabal, y lo asesinaron a tiros cuando se encontraba en su negocio de artículos de consumo diario, ubicado en el kilómetro 258, ruta al Atlántico.
Juvenal Quispe, integrante de Codeca, dijo a través de una radio local que Ramos, de 66 años, recibió varios disparos. Murió cuando llegaba al hospital.
“El hecho se da a 7 días de celebrarse la Asamblea Nacional de Codeca en ocasión de sus 30 años de historia”, dijo.
El Comité de Desarrollo Campesino es reconocido como un movimiento conformado por personas defensoras de derechos humanos y la madre tierra.
Pablo Ramos llevaba 12 años integrando Codeca y era el presidente de la organización comunitaria en la aldea Navajoa.
Al parecer, esta comunidad desde hace cuatro años libra una lucha por la titulación de sus tierras que pretenden ser comercializadas de forma anómala.
Ramos había recibido múltiples amenazas por parte de miembros de la familia Manchame, que viven en la misma comunidad, con quienes tenía una disputa por la tierra.
Rechazo al asesinato de Pablo Ramos
Sandra Morán, exdiputada al Congreso y activista de derechos humanos, señaló al Estado como responsable de estos hechos.
“Me sumo al repudió por el asesinato de mi compañero Pablo Ramos y me solidarizo con el movimiento. Es necesario evitar más derramamiento de sangre”, dijo.
Con éste suman 24 integrantes de Codeca, defensoras y defensores de derechos humanos, asesinados en ese país desde 2019 a la fecha.
