Elías Cornejo, coordinador del servicio de atención a migrantes de Fe y Alegría en Panamá, afirmó que en el Darién, al ser una selva sin puntos de control fronterizo, resulta complicado hacer un cierre explícito.

Además, señaló que Panamá carece de la capacidad militar necesaria para impedir el paso por este territorio.

“Lo que dijo José Raúl Mulino, presidente electo de Panamá, sobre el tema del cierre del Darién, lo matizó un poco y ya después en algunas entrevistas dice que cuando habla del cierre está más que todo refiriéndose a tomar medidas muy puntuales sobre la población que entre por esa zona”, precisó Cornejo en el programa De Primera Mano de Radio Fe y Alegría Noticias

A su juicio, en Panamá el tema migratorio parece no ser muy relevante para los políticos, a menos que se convierta en un medio para obtener beneficios políticos o para captar atención mediática. De hecho, aseguró que fue una de las problemáticas más silenciadas durante la campaña presidencial.

No obstante, Cornejo elogió el cambio por parte del nuevo mandatario en la narrativa de criminalización a los migrantes que se venía manejando desde los últimos nueve meses, al reconocer que la mayoría no son delincuentes y que ingresan al país debido a razones económicas o por persecución política.

“Atrapamientos sociales”

El coordinador del servicio de atención a migrantes de Fe y Alegría en Panamá advirtió que la disminución del 40 % de los encuentros de las patrullas fronterizas con la población en movilidad en la frontera sur de Estados Unidos, no refleja una reducción del flujo migratorio, sino un desplazamiento o ralentizamiento en el trayecto hacia el norte.

Así se genera lo que denomina “atrapamientos sociales” a lo largo de la ruta que atraviesa varios países centroamericanos. Cornejo agregó que Panamá no tiene la capacidad para realizar deportaciones masivas sin incurrir en gastos extraordinarios. 

Recordó que el año pasado transitaron 520 mil personas por el Darién y este año ya se contabilizan más de 135 mil, por lo cual se les hace imposible devolver a todo este volumen de personas a sus países de origen.

Ante esta realidad, Cornejo destacó que cualquier política migratoria gubernamental debe considerar tres aspectos fundamentales: las personas que entran y salen de Panamá en su ruta hacia Estados Unidos; las personas que recibe Panamá que ya supera el medio millón; y los que retornan a sus países porque no pudieron entrar al norte. 

Cornejo lamentó que en las reuniones regionales en las que se aborda esta crisis migratoria no se termine de comprender lo que está sucediendo e insistan en mantener las políticas represivas y de contención, dejando el asunto en manos de los servicios de seguridad militar en lugar de abordarlo como una cuestión política.

Los venezolanos siguen siendo mayoría

Hasta el momento, más del 50 % de los migrantes que ingresan son de Venezuela, pero aclaró que no todos provienen directamente de dicho país, sino que muchas personas están saliendo de Ecuador y Colombia. 

Asimismo, mencionó un repunte en la migración haitiana que sale desde Chile y Argentina. 

Enfatizó en que las poblaciones migrantes son muy diversas en cuanto a los motivos que los impulsan a movilizarse, como la pobreza, la falta de empleo, problemas de salud, persecución política o violencia social.

Concluyó diciendo que la situación migratoria no se resolverá de manera inmediata e indicó que el “corredor del Darién es la ruta que ha escogido esta población para movilizarse porque no encuentran salida y porque no hay otra forma de moverse por el momento”. 

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