Guyana, antaño catalogado como uno de los países más pobres de Sudamérica, ha emergido como una sorprendente historia de éxito económico, impulsada por el descubrimiento de vastos yacimientos de petróleo en la disputada región del Esequibo.
Este territorio, que es parte de un conflicto con Venezuela , ha sido testigo de una transformación económica sin precedentes, reconfigurando la realidad de un país que, tras obtener su independencia del Reino Unido en 1966, enfrentó décadas de estancamiento económico.
«Con la independencia, los guyaneses pudimos tomar el control de la economía, pues hasta ese entonces eran los británicos quienes la controlaban», destaca Sydney Armstrong, profesor de economía de la Universidad de Guyana, para un reportaje de la BBC Mundo escrito por Norberto Paredes.
En los primeros años postindependencia, la economía guyanesa estaba fuertemente arraigada en la agricultura, con plantaciones de azúcar heredadas del período de esclavitud y servidumbre por contrato.
La servidumbre por contrato, un vestigio del pasado colonial, dejó en Guyana una diversidad étnica notable. La población, compuesta mayormente por indoguyaneses descendientes de trabajadores de India y afroguyaneses descendientes de esclavizados africanos, representa un mosaico cultural que refleja la historia de la colonización británica en la región.
Durante las décadas siguientes a su independencia, Guyana experimentó cambios políticos, desde gobiernos socialistas hasta la apertura económica liderada por el Partido Progresista del Pueblo en 1992. Sin embargo, el panorama económico dio un giro monumental en 2015 con el descubrimiento de extensos yacimientos petroleros en el Esequibo.
Desde entonces, la multinacional ExxonMobil y sus socios han realizado 46 descubrimientos, catapultando las reservas de petróleo guyanesas a alrededor de 11 mil millones de barriles equivalentes al 0.6 % de las reservas mundiales.
Este hallazgo ha posicionado a Guyana como la economía de mayor crecimiento en el mundo, con un PIB que se proyecta crecer un 25 % este año tras expandirse un 57.8 % en 2022.
Aún así, casi la mitad de la población es pobre
A pesar de estos logros, persisten desafíos significativos. Thomas Singh, economista guyanés, señala que aún no se ha observado una mejora sustancial en la calidad de vida de la población que refleje el vertiginoso crecimiento económico. La riqueza generada por el petróleo y otros recursos minerales no se ha distribuido de manera equitativa, con un 48 % de la población aún viviendo en condiciones de pobreza.
“En Guyana también hay mucha desigualdad y se siente bastante. Hay unos pocos que tienen muchísimo dinero, mientras que la mayoría de la población aún trata de llegar a fin de mes”, explica Armstrong.
La esperanza de vida en Guyana, de 69.8 años, queda por debajo del promedio regional y la desigualdad social es palpable, a pesar de la clasificación del país como de ingreso medio alto según el Ingreso Nacional Bruto per cápita.
La promesa de una nación mejor
El gobierno guyanés, dirigido por Irfaan Ali desde 2020, se encuentra comprometido en mejorar la infraestructura del país, con proyectos que incluyen la construcción y ampliación de carreteras y autopistas. Aunque se han observado mejoras en algunos sectores, como el empleo y la inversión extranjera directa, aún persisten desafíos en áreas críticas como la salud.
“Tenemos un desempeño muy pobre incluso comparado con otros países de la región en cuestiones como mortalidad infantil y nuestras instalaciones de salud no están a la altura, sobre todo en las áreas rurales”, añade Armstrong.
La política guyanesa, marcada por divisiones étnicas, también refleja tensiones en la distribución de la riqueza petrolera. A pesar de estas divisiones, los guyaneses se mantienen unidos en la disputa territorial sobre el Esequibo, abogando por una resolución legal y un fallo neutral.
“Nosotros, los guyaneses, apoyamos la postura de nuestro gobierno de buscar la vía legal para resolver esta disputa territorial”, asegura Armstrong. “Si Venezuela tiene un reclamo, vamos a estudiar la evidencia y vamos a dejar que un organismo neutral emita un fallo”, dijo.
Este es un resumen del trabajo Cómo Guyana pasó de ser uno de los países más pobres de América al que más crece del mundo (y por qué el Esequibo reclamado por Venezuela fue clave) escrito por Norberto Paredes para la BBC News Mundo.
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