Pensionados de la ciudad de Maturín aseguran a Radio Fe y Alegría Noticias que el ingreso que perciben mensualmente no les alcanza para cubrir sus necesidades alimentarias, mucho menos para comprar las medicinas que les hacen falta para mantener una buena salud.
Con los 400 mil bolívares que cobra de pensión Margarita de Torres no puede comprar la cajita de Enalapril que trae 30 pastillas cada una de 30 mg porque ya tiene un costo de 800 mil bolívares, «y el Lozartán potásico ya está en dos millones (…) tengo que tomarlas como sea. Más bien, quiero conseguir un trabajo manejando autobús para completar el dinero. Ojalá consiguiera».
En la misma situación se encuentra María Machado, que con lo que cobra de pensión tampoco puede comprar sus medicinas de la tensión. «No me da para comprar absolutamente nada, ni un cartón de huevos, y si compro la harina no me da para comprar otras cosas, ni siquiera para mis medicinas de la tensión. No me alcanza para nada.»
José Márquez, otro abuelo consultado, dijo que con su pensión solo puede comprar una harina de maíz y un arroz. «¿Qué va a alcanzar 400 mil bolívares para una medicina? Ni para una aspirina alcanza eso».
Antonio, un vecino de la ciudad de Maturín dice que cuando cobró su pensión pudo comprar medio kilo de sardinas y un «kilito» de yuca. «Eso no alcanza para nada», concuerda con sus contemporáneos.
De acuerdo con el índice Global de Envejecimiento, el cual mide el bienestar de las personas mayores de 65 años en 96 países, realizado por la organización no gubernamental Help Age International en 2015, Venezuela se ubicó como el segundo país de América Latina con las peores condiciones para envejecer.
Según cifras de la Federación Farmacéutica Venezolana (Fefarven) el desabastecimiento de medicamentos se ubicó en 80% para el mes de febrero de 2020.
La pensión de los abuelos venezolanos es equivalente a dos dólares (400 mil bolívares), según el cambio oficial del Banco de Venezuela del jueves 20 de mayo a 183.533,83 bolívares por dólar.