Yo crecí viendo en mi casa cada día dos periódicos, una nacional y uno regional. La radio y la televisión con noticieros acompañan a uno y ahora también los medios digitales. Gracias a los profesionales de la comunicación sociales que perseveran a pesar de las dificultades, todavía podemos informarnos, aunque cada vez es más difícil hacerlo.
El 27 de junio se celebra en Venezuela en conmemoración al nacimiento del Correo del Orinoco, primera publicación informativa aparecida en 1818.
Hoy esta profesión es riesgosa en Venezuela, no es fácil informar ni conducir medios de comunicación. Cubrir una protesta, por ejemplo, o una detención de un líder, puede significar que al periodista le agradan o le quiten su celular. Igual puede ser detenido por algún trabajo “delicado” que haya publicado, luego de alguna investigación.
Por otra parte, en este país, en medio de una emergencia humanitaria compleja, hay muchos temas sobre los cuales informar. Un buen periodista debe estar en muchas cosas, establecer conexiones, buscar la verdad no es fácil en una Venezuela con censura y autocensura, por medidas de seguridad.
Por otra parte, según la organización Espacio Público, que defiende el derecho a la información, en Venezuela entre el 2013 y el 2022, al menos 60 medios han dejado de circular, casi no queda prensa escrita. Las razones son muchas: falta de papel, dificultades económicas, ataques a periodistas y a dueños de medios…Y las emisoras tampoco la han tenido fácil, solo en el 2022 el gobierno cerró al menos 95 emisoras: que si no tienen sus permisos al día, que si falta algún papel… Razones variadas pero el resultado el mismo: emisoras cerradas. Según la misma fuente, entre el 2003 y el 2022, desaparecieron en Venezuela 285 emisoras. ¡Cuánta gente se ha quedado sin poder informarse! La radio, además, acompaña… entretiene. En las colas para la gasolina son de una gran ayuda.
Una Democracia necesita de ciudadanos informados, para poder tomar decisiones, incluso de esas cotidianas, también para su propia defensa. Los periodistas, además, ayudan a generar corrientes de opinión, socializan argumentos de expertos, difunden noticias útiles que orientan a los ciudadanos.
Otro elemento, que lo mencionamos por experiencia propia, salir en un noticiero o en un artículo, cuando se difunden experiencias bonitas, legitima a los protagonistas. Y eso, en un país necesitado de esperanza, es muy importante.
Ahora también están los medios digitales, muy importantes, que también requieren de profesionales expertos también en nuevas tecnologías.
Por eso, en el Día del Periodista, queremos hacer un reconocimiento a las Escuelas de Comunicación que forman a esos profesionales, y a los periodistas activos que perseveran a pesar de los riesgos y de las exigencias de esta labor. ¡Muchas gracias!
Luisa Pernalete es profesora e integrante del Centro de Formación e Investigación de Fe y Alegría y de la Red de Convivencia y Ciudadanía. @luisaconpaz
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