Oración de la mañana. Sábado 20 de marzo de 2021.
Por Mireya Escalante.
Un Reto. Jn 7, 40-53
De la lectura de hoy me detendré en esta frase: “Jamás hombre alguno habló como habla este hombre”. Se refiere por supuesto a Jesús y quien la pronuncia es un guardia para justificar que no pudo detenerlo, como los fariseos querían, porque la gente se estaba refiriendo a Él como el Mesías.
Me centro en esta frase, porque quiere ser una invitación a un reto. Si nadie habla como Él, tratemos de oírlo para poder entender porque es tan especial. Para oírlo, tenemos que poner las condiciones: leer su Palabra con la actitud de discípulos y cuando lo hagamos, dejarnos abandonar sin miedo en un silencio interior para acogerla.
Poco a poco, esa Palabra penetrará en nuestros corazones y lentamente no sólo entenderemos porque Jesús es tan especial, si no que empezaremos a sentir que somos, aunque sea de forma muy pequeña algo especiales para el otro. Nos vamos transformando, nos va transformando su Palabra y empezamos a ver pequeños brotes de su Reino.
¡Anímate a hacer el reto!
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.