Oración de la mañana. Domingo 06 de febrero de 2022.
Por Herlinda Gamboa. Narra Julitze Mayurel
Cafecito de la esperanza en camino de conversión
Señor Jesús, esta mañana invitas a echar las redes en el mismo sitio donde los pescadores se han pasado intentando pescar y no han conseguido nada. La noche es el tiempo para la pesca. Han hecho lo que razonablemente todo pescador hace. Pedro echa las redes, fiado de tu Palabra: “en tu nombre echaré las redes”. Ante la pesca milagrosa, Pedro cae en la cuenta de que “ese hombre” es más que un hombre: es Dios.
Esta admiración, este asombro, es necesario en nuestra vida espiritual, cultivar el sentido de humildad, de adoración, de veneración ante tu presencia. Tu mayor alegría ha sido el poder comunicarnos como es ese Padre… Bondadoso, misericordioso, lleno de ternura, has venido a este mundo a que tengamos vida y vida en abundancia. El evangelio es la mejor escuela de humanismo… “revelas el hombre al hombre”.
Toda la noche bregando, cuando pescamos sin Dios, el mar no da nada. Un día sales a nuestro encuentro, nos dices: “Rema con fe, mar adentro”. Superando nuestras dudas, resistencias y recelos, puesta la fe en tu Palabra, corremos todos los riesgos, descubrimos que, contigo todo es nuevo, que la barca de la vida navega a favor del viento.
Dejando todo en la orilla, fuimos en tu “seguimiento”. Recogimos de tus manos la vocación, el proyecto de ser “pescadores de hombres”, anunciando el Evangelio. Que todos como Pedro y compañeros, seamos misioneros, mensajeros de tu Reino.
Danos tu amor y gracia que eso nos basta. Amén. PAZ Y BIEN.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.
