Oración de la noche. Jueves 02 de noviembre de 2022.
Por Hna. Elena Azofra.
Interioridad
Respira lenta y profundamente y recoge tus sentimientos, sencillamente, para abrirte a Dios.
Jesús les dijo esta parábola:
“Sí uno de ustedes tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos para decirles:
¡Felicítenme, he encontrado la oveja que se me había perdido!».
Podemos entender la lección de estilo de vida que trasmite esta Palabra.
A nadie en su sano juicio, se le ocurre dejar libres en el campo 99 ovejas para buscar la que se ha perdido, por eso, porque se ha perdido… quién sabe dónde. Seguro que los amigos y vecinos aconsejarían olvidarse de ella.
Y si se llegase a encontrar, no se la cargarían en los hombros como premio, sino que la obligarían a caminar, con gritos y quizás también con golpes.
Y tampoco reunirían a los amigos y vecinos para celebrar esa situación.
¿Cuál es, pues, la enseñanza de Jesús para nuestra vida?
¿A quién he perdido, y no he buscado?
¿Qué es más valioso 1 ó 99?
Si así trata a una oveja, ¿cómo es el trato de Jesús con los amigos, familiares, vecinos…?
¿Qué celebro con mis amigos y familiares?
¿Me siento «oveja» perdida y pido a Jesús que me busque incansablemente?
Quédate en hondo silencio un tiempo largo sintiéndote buscado, recogido, respetado, celebrado. Y cuando reacciones del estupor di con fe: ¡Señor, que yo haga como tú! Amén.
C