Las ventas de ropa de segunda mano se convirtieron en la opción de los habitantes de Maturín para poder reemplazar los zapatos desgastados, pantalones y camisas.
Desde opciones de vestidos para las damas y niñas se pueden encontrar en estos lugares y que pueden ser comprados en bolívares, ya que para muchos es imposible poder comprar ropa nueva a precio de divisas.
Los vendedores comentaron que actualmente las ventas son regulares, pero que al menos un par de prendas venden por día permitiéndoles a una familia poder llevar el sustento a sus hogares.
El mayor bajón de ventas lo tuvieron el año pasado con las medidas de bioseguridad adoptadas por la pandemia.
Maritza Romero una de las vendedoras dijo que vende ropa reforzada en su negocio que ya tiene más de 40 años, aseguró que lo que más vende son los pantalones de caballeros y la ropa de niños.
Ante la falta de efectivo los vendedores optan por el servicio rápido bancario pago móvil: esta modalidad de pago se ha convertido en clave al momento de cerrar las ventas.
El precio de un vestido oscila entre tres y seis millones de bolívares como uno de los precios más caros que se pueden encontrar.
La literatura también está presente en este tipo de negocios pues un libro usted puede encontrarlo entre quinientos mil y un millón de bolívares.
Durante este tiempo de pandemia una modalidad que ha resurgido dentro de las ventas de garaje, es la venta o intercambio de libros y textos pues muchas personas han optado por leer convirtiéndolo en una práctica que sin duda se ha vuelto a poner de moda.
