Abraham Reyes, el voluntario por excelencia de Fe y Alegría

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En el Día del Voluntariado, comparto contigo este testimonio de Abraham Reyes, el voluntario por excelencia en Fe y Alegría. Su generosidad contribuyó a este movimiento al tú, hoy, le entregas su trabajo, tiempo, dedicación y cariño.

Gracias por ser parte de Fe y Alegría.

Yo, desde entonces, me siento muy feliz. Yo creo que cuando el hombre se da, es mucho más que dar millones, cosas materiales. Ese corazón ya nunca podrá estar amargado, aun en medio de las penas y las adversidades. Ese corazón está lleno de Dios. A los hombres les hace falta el espíritu de entrega.

Uno recibe más cuando da, cuando entrega su vida, que cuando sólo piensa en instalarse. El que sólo se preocupa por amontonar cosas, es un hombre por dentro infeliz, está lleno de cadenas. Yo empecé mi verdadera formación cristiana como oyente en el catecismo de Fe y Alegría. Después seguí con retiros espirituales. La fe es una búsqueda continua de Dios que sólo termina con la muerte.

El hombre en las cosas de Dios, como en las cosas humanas, debe trabajar en equipo. Una empresa de un solo hombre, cuando falla el hombre, la empresa muere. No hay que ser individualista, sino trabajar siempre con sentido de equipo. Trabajar sobre todo con las gentes humildes, fundiéndose con ellos.

Los pobres responden cuando no se les engaña, cuando no se les utiliza. Y responden con el corazón, con la vida. Para Dios, las cosas pequeñas son las más grandes. Trabajando por los demás uno vive desapercibido para el mundo, pero no para Dios.

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