Después de la masacre de La Vega, del 8 de enero de 2021, en la que murieron 23 personas, la defensa de la vida se convirtió en una prioridad para los vecinos y para la parroquia San Alberto Hurtado.

En la parte alta de la Vega, al suroeste de Caracas, más de 100 personas han recibido formación en Derechos Humanos. Los vecinos y, sobre todo las vecinas, decidieron formarse para documentar y reclamar por la violación de los derechos fundamentales.

En el marco del proyecto Lupa por la Vida, que impulsa el Centro Gumilla, los habitantes de este sector popular de la capital buscan crear el “Grupo por los Derechos Humanos” para defenderse de los abusos policiales y defender la vida de todos los ciudadanos.

No hay fe sin justicia

El sacerdote, Manuel Zapata, S.J dijo durante el programa Háblame bajito, que transmite Radio Fe y Alegría Noticias, que se inspiran en la historia de San Alberto Hurtado, el santo Jesuita chileno que “sintió inquietud por ayudar a los más pobres… el comprendió que no había fe sin justicia”.

La parroquia de La Vega -fundada en el año 2010-, fundamenta su servicio a la comunidad desde la promoción de los Derechos Humanos.

Mujeres por la vida

En las comunidades de la parte alta de La Vega, las mujeres destacan por estar en primera fila para defender los Derechos Humanos.

Ana Fernández es una de esas mujeres que trabajan por garantizar los derechos de la ciudadanía. “Yo tengo una vecina que murió en el hospital cuando estaba pariendo”, dijo al periodista Edwin Rodríguez. Se indigna ante cualquier injusticia y por eso le pone el ojo a los servicios públicos, el acceso a la salud y otros servicios que necesita la comunidad para vivir dignamente.

Además de las violaciones al derecho a la vida, las mujeres de la parroquia alertan sobre violencia obstétrica a la que son sometidas las adolescentes y jóvenes en centro de salud del sector. Ana Fernández considera que la formación en Derechos Humanos también sirve para identificar este tipo de abusos y denunciarlos.

Plomo pa’ los pobres de La Vega

El pasado 8 de enero de 2021, una operación policial que buscaba detener a alias ‘El loco leo‘ produjo la llamada masacre de La Vega. 23 jóvenes fueron asesinados durante la intervención armada, según registros del Programa Venezolano de Educación y Acción en Derechos Humanos, Provea.

Días antes de masacre, Marino Alvarado, coordinador de investigaciones de la organización, aseguró que los familiares de las víctimas habían empezado a denunciar la detención de personas para luego ejecutarlas.

Históricamente, las fuerzas policiales disparan contra los pobres. En 1989, durante los sucesos de El Caracazo, las fuerzas militares y policiales también se metieron en el barrio. Organizaciones como el Comité de Familiares de las Víctimas (Cofavic) denunció ante la Corte Interamericana de los Derechos Humanos el asesinato de 45 personas. En 1999 la corte condenó al Estado Venezolano gracias al testimonio de vecinos y vecinas de diversos sectores, -incluyendo La Vega-. Posteriormente, la actuación de la comunidad permitió identificar la fosa común llamada “La Peste”, en la que se encontraron cuerpos de personas ejecutadas durante El Caracazo. Se estima en más de 2 mil en número de desaparecidos.

La defensa de los Derechos Humanos en La Vega es consecuencia de décadas de violaciones sistemáticas del derecho a vida. El lema de la parroquia San Alberto Hurtado está más vigente que nunca. “No hay fe sin justicia”.

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