Suwon Coromoto Lee es artista y fotógrafa venezolana cuyo trabajo conquistó escenarios tanto locales como internacionales. Nacida en Caracas en 1977, Lee es hija de padres nativos de Corea del Sur, y es precisamente esa rica confluencia de culturas la que se refleja de manera magistral en sus obras. 

Su determinación por dedicarse a la fotografía surgió durante sus años de formación en París, donde obtuvo su título de Bachelor of Arts en la American University of Paris (AUP) y perfeccionó su técnica en la escuela de fotografía Spéos entre 1999 y 2002, período en el que se sumergió en el mundo artístico y cultural de la ciudad, experiencia que influyó significativamente en su trabajo. 

No obstante, tuvo la oportunidad de estudiar junto al fotógrafo Nelson Garrido en Venezuela y Alex Hütte en España, fortaleciendo mucho más su estilo y perspectiva artística. 

En 2005, Lee fundó junto a Luis Romero el destacado espacio de arte contemporáneo, Oficina #1, ubicado en el Centro de Arte Los Galpones de Caracas. 

Durante más de una década, Suwon codirigió este lugar que se convirtió en una referencia artística moderna en Venezuela, siendo una prueba palpable de su pasión por promover y difundir la creatividad local.

Crepuscular de Suwon Lee en la Oficina #1 en Caracas

Sus obras han estado presentes en galerías, museos y universidades de múltiples países, incluyendo exposiciones individuales y colectivas en: Alemania, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Corea del Sur, Costa Rica, España, Estados Unidos, Francia, México, Panamá, Perú, Puerto Rico, Reino Unido, etc. 

No obstante, algunas de sus creaciones forman parte de colecciones tan prestigiosas como la de Patricia Phelps de Cisneros y el Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York, así como el Museu de Arte Brasileira da Fundação Armando Alvares Penteado, la Colección Banco Mercantil y la Fundación de Arte Cisneros Fontanals en Miami, consolidando su legado en la historia del arte contemporáneo.

En 2016, Suwon Lee tomó una decisión que marcó un nuevo capítulo en su vida y carrera: dejó Venezuela para sumarse al éxodo de más de 7 millones de venezolanos que buscaron nuevas oportunidades en otras tierras. Hoy en día reside en Madrid, donde continúa forjando una trayectoria de éxitos. 

A través de su serie «Crepuscular», Lee capturó momentos que ahora forman parte de la muestra «Chosen Memories: Contemporary Latin American Art from the Patricia Phelps de Cisneros Gift and Beyond» en el MoMA de Nueva York, demostrando una vez más el alcance y el impacto de su arte en la escena internacional.

Suwon Lee presentando sus obras en el Museo de Arte Moderno (Moma) de Nueva York | Foto: Dorotea Szekely

¿Cómo nació su pasión por la fotografía y el arte, y descubrió que era a lo que quería dedicarse de manera profesional? 

En mi familia nadie me inculcó el arte, mis padres siempre estuvieron muy ocupados trabajando. Desde la adolescencia tomé clases de arte en la escuela, empecé a dibujar, ver libros y películas de arte, e iba sola a ver exposiciones en los museos de Caracas. Además, me gustó siempre la música, la danza y el teatro, era una asidua del Festival Internacional de Teatro de Caracas. No sé muy bien cómo y cuándo nació esa pasión, supongo que, al ser una niña solitaria, vi que todas las expresiones artísticas comunicaban verdades que me conmovían y me ayudaban a entender la vida. Años más tarde fui a cursar estudios universitarios a Corea y ahí me uní al club de fotografía y comencé a hacer fotografía analógica, pero sin pensar que eso podría algún día ser una carrera profesional. Ahí estuve dos años y luego me transferí a una universidad en París y cuando estaba por terminar la carrera, fui a ver una exposición de arte contemporáneo en el Centro Pompidou que me cambió la vida: decidí que eso era lo que quería hacer. Estudié en una escuela de fotografía durante un año para aprender los aspectos técnicos y luego regresé a Caracas, que fue donde comencé a exhibir y a desarrollar mi carrera.

Al ser una artista venezolana de ascendencia coreana, ¿cómo crees que tus raíces culturales han influido en tu trabajo?

Creo que más que por mis raíces culturales, mi obra ha sido influenciada por mi condición social como hija de migrantes en un país y cultura muy lejanos al de mis padres. Al sentirme aislada desde pequeña me he hecho preguntas que solo he podido responder a través del arte: ¿Cómo mirar y darle sentido a mi entorno? ¿Qué vale la pena recordar? ¿Qué quiero decirle al mundo?

¿Cuál ha sido su experiencia al tratar de encontrar un sentido de pertenencia en una cultura mixta?

La vida es un eterno divagar entre lugares, países y continentes. Es la historia de la humanidad desde sus principios. Todos buscamos pertenecer y sentirnos parte de algo. Al final, a veces te sientes parte de una cultura por ratos, pero no todo el tiempo. Siento que no encajo en la manera de pensar ni de ser de la mayoría de las personas, ni de Venezuela, ni mucho menos de Corea, y eso está bien. El sentido de pertenencia puede estar ligado a un país, pero en el fondo trasciende todo lo nacional y tiene más que ver con crear un espacio interior. El hogar está adentro y se crea a través del autoconocimiento. Ese ‘hogar’ es lo que nos acompaña a través de las vidas y del ciclo vida-muerte-renacimiento. Al final somos todos extranjeros en nuestras experiencias humanas y nos toca aprender una y otra vez quiénes somos en cada vida.

¿Cuáles considera que han sido los hitos más importantes en su carrera?

Mi primera gran exposición individual en 2008 en Periférico Caracas (Los Galpones), mi tercera individual en mi galería Oficina #1 en 2011 que llevaba por título ‘Crepuscular’ y que fue donde la Colección Cisneros adquirió varias obras, tres de las cuales terminaron en la colección del MoMA, la exposición “América Latina 1960-2013” en la Fondation Cartier de París, la 9ª Bienal de Mercosur en 2013 y la exposición actual en el MoMA, “Chosen Memories”. 

Foto: Cortesía moma.org | Purple Haze (2011) Obra exhibida en el Moma
Foto: Cortesía moma.org | The Most Dangerous City In The World | Suwon Lee

Sus obras han sido exhibidas en numerosos países y en reconocidos museos, como el MoMA de Nueva York, ¿qué significado tiene para usted que su trabajo forme parte de colecciones tan prestigiosas?

Creo que para cualquier artista exponer en el MoMA es todo un hito. Me siento muy honrada de poder estar entre tantos artistas a quienes admiro y respeto. Que tu obra sea expuesta en un museo de este calibre y en una exposición con una curaduría excelente para que sea vista por un público internacional es un gran reconocimiento, al igual que una gran oportunidad para visibilizarme, sobre todo siendo artista venezolana, ya que, como todos los artistas del país, no contamos con el apoyo de los museos en Venezuela para el desarrollo de nuestras carreras. 

El tema del paisaje y el medio ambiente es recurrente en su trabajo, ¿qué le inspira de estos temas y qué mensaje busca transmitir?

El amor a la naturaleza me ha llevado a descubrir los paisajes en Venezuela y otros países, ¿o son los viajes los que han despertado ese amor? Es igual. Es sumamente importante apreciar nuestro entorno, respetarlo, honrarlo y cuidarlo. Así como logramos respetar nuestro entorno, somos capaces de honrarnos, cuidarnos y respetarnos personalmente.

Foto: Cortesía moma.org | Lights On Suwon Lee

Además de la fotografía, también trabajas con instalaciones, videos, cerámica y gráfica, ¿cómo decides qué medio utilizar para expresar tus ideas y cómo se complementan entre sí en tus obras?

Voy viendo qué es lo que quiero expresar, cuál es el medio adecuado y el que tengo a la mano. A veces tengo una visión de lo que quiero hacer y otras veces voy experimentando hasta dar con un resultado que me satisface. No hay un guion predeterminado.

Fundó y codirigió el espacio de arte contemporáneo Oficina #1 en Caracas, ¿cómo fue esa experiencia y qué impacto tuvo en su carrera?

Oficina #1 fue un capítulo importante en mi vida, ya que gracias a ese trabajo pude desarrollarme profesionalmente y conocer la escena artística de Caracas y otras partes del país. Fue inmensamente enriquecedor conocer a tantos artistas, investigadores, gestores, curadores y demás trabajadores del arte y aprender de todos ellos. Siempre estaré agradecida por todo lo que aprendí. Gestionar este espacio artístico fue importante y clave no solo para mí, sino también para todos los artistas emergentes que empezaron sus carreras con nosotros. Apostamos por gente desconocida que no tenía una individual a su nombre solo basándonos en su talento y potencial y ahora muchos de ellos son artistas con una gran trayectoria y obra. Gracias a esa apuesta es que yo también pude exhibir mi obra y eso me ha llevado hasta el MoMA, cosa que jamás habría imaginado. Siento que he sido afortunada en poder gestionar un espacio así por tanto tiempo, ya que es algo que, en muchos otros países, incluyendo España, no suele suceder.

A pesar de vivir actualmente en Madrid, ¿mantiene algún tipo de conexión con Venezuela? 

Sigo manteniendo amistades en Venezuela, aunque no he vuelto a ir desde que me fui del país en el 2016.

¿Cuál es su mensaje para aquellos jóvenes que como usted tengan el deseo de convertirse en fotógrafos y artistas?

Necesitamos oír más voces de personas que hemos vivido invisibilizadas, escuchar experiencias de minorías. ¡Salgan y háganse ver!

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