Oración de la noche. Domingo 20 de noviembre de 2022.
Por José Francisco Aranguren, SJ.
Padre del cielo, en esta noche respiro profundamente, busco tu presencia, me relajo. Al hacerlo quiero buscar mi centro, dirijo mi atención a mi interior. Allí habitas, en lo profundo de mi corazón.
En este instante, traigo a mi mente todos los momentos de profunda alegría que he experimentado en la semana. Quiero ser agradecido, por eso quiero abrir mis ojos y traer a mi mente los recuerdos de esta semana que ya termina. Agradezco por lo vivido. Hago silencio para recordar.
Hoy es un día muy especial en tu iglesia, celebramos a Cristo Rey, pero es un rey atípico, lo celebramos como un rey sin corona, sin grandiosidad, sino el hombre sencillo y humilde de Nazaret que atrae a todos hacia sí desde la cruz con la fuerza de su persona y testimonio. Es a ese al que tu iglesia busca y celebra. Concédenos no convertirlo en un rey como los de este mundo, con sus ejércitos, mandamás, insensible ante el necesitado… No nos dejes caer en esa tentación.
Padre bueno, nos dejaste a la madre de tu hijo para que nos acompañe en nuestra vida. Desde ya te encomiendo esta semana que empieza, quiero vivirla en sintonía contigo.
Dame tu amor y tu gracia que eso me basta. Amén.
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