El gobierno de Daniel Ortega en Nicargua mantiene su política de persecusión contra miembros de la Iglesia Católica nicaraguense. El último sacerdote detenido fue Fernando Zamora, según reportes de la prensa internacional.
De acuerdo con la información que proviene desde Nicaragua, el prelado fue detenido el domingo 9 de julio. La detención se realizó luego de participar en una misa en la parroquia San Luis en Managua.
La activista de Derechos Humanos, Ana Quiróz, dijo que la represión es total en la nación. “El régimen de Ortega y Murillo sigue siendo de represión total y absoluta para las expresiones religiosas”, dijo.
Ante este hecho, varias organizaciones defensoras de los Derechos Humanos informaron que iniciarán una campaña internacional, para lograr presión contra el gobierno de Ortega.
La detención del sacerdote forma parte de la persecución a la fe católica, según el jurista Héctor Mairena.
“Hay una persecución religiosa en particular contra la Iglesia Católica en Nicaragua, y eso es una expresión de la voluntad de la dictadura de copar, de eliminar, cualquier espacio que tenga algún asomo de independencia”, dijo Mairena citado por medios locales.
Con esta nueva detención, el número de sacerdotes detenidos por el gobierno de Ortega se eleva a seis, todos ellos arrestados por sus posiciones políticas contrarias al régimen.
Según el propio mandatario de Nicaragua, “muchos de los sacerdotes han estado relacionados con un intento de Golpe de Estado”. Incluso el mandatario llegó al punto de proponer que los curas sean electos por el voto popular, según el portal web de la Voz de América.
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