Rusia comenzó este sábado 5 de diciembre con su plan de vacunación contra el Coronavirus centrándose primeramente en los médicos y los educadores.
Pese a que la vacuna Sputnik V no ha recibido la certificación completa de la OMS el gobierno de Vladimir Putín decidió comenzar a aplicarla este mes de diciembre.
El Centro Gamaleya, desarrollador de la Sputnik V, y el Fondo de Inversiones Directas de Rusia (FIDR), aseguraron la semana pasada que la vacuna tiene una eficacia de más del 95 % y que el precio de las dos dosis necesarias asciende a unos 20 dólares.
Rusia es el cuarto país con más casos confirmados de COVID-19 después de EEUU, la India y Brasil, con más de 5 millones.
La viceprimera ministra Tatiana Golíkova, encargada del plan de vacunación, dio a conocer las novedades sobre la medicación.
Golíkova dijo que «que los vacunados deben evitar los lugares públicos y reducir la ingesta de medicamentos y alcohol, que podrían inhibir el sistema inmunológico, dentro de los primeros 42 días» después de haberse aplicado la primera de las dos dosis.
Por otra parte, ante el agravamiento de la situación epidémica en el país, el 51 por ciento de los rusos considera necesario cancelar las celebraciones masivas del Año Nuevo en todo el territorio nacional, y no solo en las regiones más afectadas por el Coronavirus, según una encuesta difundida por la agencia Interfax.
San Petersburgo, la antigua capital imperial, y la segunda ciudad más golpeada por la pandemia, ordenó el cierre de restaurantes y cafeterías del 30 de diciembre al 3 enero, mientras que los museos y teatros no recibirán publico hasta el 10 de enero.