En el segundo día del Congreso Internacional de Fe y Alegría, Beatriz Borjas, líder de la Iniciativa Federativa Formación Pedagógica y quien en los últimos diez años ha llevado procesos de acompañamiento pedagógico a Fe y Alegría en África y en Haití, se encargó de abrir las reflexiones.
En primer lugar destacó en su disertación que en la escuela, el espacio educativo, al ser un territorio de “disputas”, los responsables del Movimiento debemos estar muy atentos “y ser creativos” para sostener el compromiso de no desviarnos de los objetivos de la educación popular.
Borjas apuntó también que es clave para la sostenibilidad de los centros educativos de Fe y Alegría promover, con sentido crítico, las alianzas entre la institución y sectores públicos y estatales.
Dijo que estas alianzas estratégicas también permitirán avanzar no solo en la mejora de los espacios físicos sino también en la optimización de la acción pública e incidente de Fe y Alegría en la formulación, diseño e implementación de políticas públicas para garantizar el acceso y ejercicio del derecho de la educación de calidad por parte de niños, jóvenes, familias y comunidades.
Pero advirtió que estas fusiones deben establecerse siempre desde la óptica del respeto y de la defensa de la autonomía institucional desde los principios del Movimiento, cuidando de no convertirse en meros agentes gubernamentales.
La maestra Beatriz también apuesta, en la constante redefinición de la educación popular, a la importancia de mantener el diálogo permanente entre actores del quehacer educativo, instancias de gobierno, con organizaciones sociales, con comunidades “y con otras personas”.
Señaló que ese constante intercambio tiene que llevar a todos los integrantes de Fe y Alegría hacia “las nuevas fronteras de exclusión con el objetivo de no solo insertarnos en esas nuevas “marginalidades” sino sobre de ofrecer una respuesta asertiva y eficiente desde la óptica de la educación popular.
Es por ello que Borjas incentiva la propuesta de seguir educando “para formar la identidad como estandarte de la educación popular”.
Invitó a tomar muy en serio los datos y resultados presentados recientemente desde varios países para seguir descubriendo esas nuevas fronteras de descartados, desplazados y marginados de este mundo.
En este sentido, refirió que esos insumos son vitales también para emprender procesos de innovación que, si quieren responder a los objetivos de la educación popular, “deben pensar, y pasar, hacia el ámbito de lo comunitario y hacia la acción pública”.