Los cortes eléctricos en el estado Mérida son el pan nuestro de cada día.
Durante las últimas dos semanas, se reporta suspensión del fluido eléctrico de manera constante y con horarios prolongados.
Comunidades de la entidad andina reportan apagones de entre ocho, doce y hasta veintidós horas continuas. A esa falla se le deben sumar las fluctuaciones eléctricas (los llamados «bajones») que dañan los aparatos electrodomésticos.
Entre este miércoles 14 y jueves 15 de octubre la energía eléctrica se interrumpió hasta en cuatro ocasiones en zonas del municipio Libertador y Santos Marquina. Allí solo contaron con electricidad durante apenas tres horas; misma situación se vivió en el municipio Campo Elías.
Para la zona del páramo se reportó un corte prologando que llegó a 22 horas seguidas sin el servicio, lo que ocasionó molestias en la comunidad de Apartaderos la cual exigió que se solvente el problema.
Estos cortes prolongados afectan los servicios comerciales, así como también los servicios de salud en sectores donde se encuentran líneas eléctricas que deben alimentar hospitales y demás áreas de atención a pacientes.
Ante este problema, no se pueden utilizar las cocinas eléctricas, teniendo que usar el gas doméstico lo que provoca que se consuma rápidamente. Eso en el mejor de los escenarios ya que existen localidades que tienen meses sin contar con el servicio.
Recientemente, la ONG Promedehum publicó el reporte mensual “Mérida se apaga” en el que se evidenció que durante el mes de septiembre Mérida pasó, en promedio, más de 138 horas sin fluido eléctrico, que es como estar seis días seguidos sin luz.
