El pediatra y especialista en nutrición clínica, Jhonny Morantes, hizo hincapié en la importancia de una buena alimentación durante los dos primeros años de vida, ya que de ella dependen los hábitos alimenticios futuros. Por ello, instó a introducir desde temprana edad una variada gama de alimentos, como frutas y verduras.

Morantes resaltó que uno de los factores epigenéticos más relevantes que inciden en la expresión genética de los seres humanos es la alimentación, la cual es clave para el desarrollo inmunológico, cognitivo y metabólico.

“Los primeros 1000 días de vida, que abarcan desde el nacimiento hasta los dos años, definen el desarrollo de un niño. En este período, se desarrolla el 80 % de la capacidad cognitiva que va a tener ese adulto”, recalcó Morantes en una entrevista con el programa Háblame Bajito de Radio Fe y Alegría Noticias.

Además, señaló que esta fase es crucial para el crecimiento infantil, lo que implica que la desnutrición o la malnutrición pueden impactar negativamente en el desarrollo a largo plazo de un individuo. 

Al mismo tiempo, aconsejó respetar las señales de hambre y saciedad de los niños, evitando obligarlos a comer cuando ya están satisfechos.

Alimentación de la madre

El pediatra también recomendó que las mujeres que planean quedar embarazadas mantengan una dieta equilibrada que incluya todos los grupos de alimentos como verduras, proteínas, carbohidratos y grasas. 

Sugirió a su vez el consumo de ácido fólico al menos dos o tres meses antes de concebir, ya que estos nutrientes se transmiten al feto a través de la placenta y posteriormente por medio de la leche materna, facilitando la aceptación de alimentos por parte del niño. 

Morantes explicó que la alimentación se compone de tres grupos principales:

  • – Carbohidratos, que proporcionan energía y se encuentran en cereales, tubérculos, frutas, verduras, leche y otros azúcares como miel o azúcar blanco.
  • – Proteínas de origen animal, como carnes rojas, pollo, pescado, huevos y lácteos, esenciales para la formación de tejidos y hormonas.
  • – Grasas que provienen de aceites vegetales, aguacate y frutos secos, contribuyendo a la formación de hormonas y al desarrollo cerebral en niños.

También están las frutas y verduras, que contienen micronutrientes y vitaminas esenciales para los procesos metabólicos del cuerpo.

“El progreso de una sociedad va a depender de la alimentación de sus individuos. Unos individuos bien alimentados y con una buena capacidad cognitiva van a tener una mejor competencia de estudio, de trabajo y de sacar adelante a una sociedad”, concluyó. 

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