Las revelaciones que dejó en su diario personal el sacerdote jesuita Alfonso Pedrajas sobre actos de abuso sexual infantil condujo a la Conferencia Episcopal de Bolivia a pedirle perdón al país por esos exabruptos este miércoles 3 de mayo.
Pedrajas, español de nacimiento, y fallecido en el 2009, admitió en un diario secreto que que abusó de unos 85 niños en varios colegios de la Compañía de Jesús en Bolivia. Una publicación del diario español El País destaca que la orden religiosa, que lidera en el mundo el venezolano Arturo Sosa, supuestamente habría encubierto estos escándalos.
La CEB expresó en un comunicado que «como Iglesia condenamos estas acciones, nos solidarizamos con las víctimas que han sufrido hechos de abuso sexual, les pedimos perdón, y les manifestamos que compartimos su sufrimiento y decepción por estos graves hechos que han marcado sus vidas y han sido causa de profundo dolor».
Para el rotativo la respuesta de los prelados bolivianos es una manera de reaccionar a la publicación en la que se develó los actos lascivos cometidos por Pedrajas, exigiendo a su vez que no se politice el tema como ha sucedido “en algunas declaraciones. Comprometemos nuestros buenos oficios para que la investigación se lleve en el marco de la transparencia e imparcialidad”.
Los jesuitas también se pronuncian
El P. Bernardo Mercado, sj, Superior Provincial de la Compañía de Jesús en Bolivia también se pronunció en nombre de la orden sobre este asunto e informó que presentaron una denuncia «genérica» motivada por el reportaje publicado por EL PAÍS sobre el diario que dejó el jesuita.
El sacerdote también confirmó este martes 2 de mayo que la orden religiosa ha sancionado a ocho ex altos cargos de la Compañía acusados de encubrir los delitos de Pedrajas, conocido como padre Pica; aunque no reveló los nombres de los sancionados.
Habla el Defensor del Pueblo
Por otro lado, el Defensor del Pueblo de Bolivia, Pedro Callisaya, demandó al Gobierno boliviano que intervenga y vele para que las víctimas de Pedrajas “reciban atención integral”, ya que “seguramente continúan padeciendo los efectos de estos aberrantes hechos”.
También exhortó a las de la Iglesia católica a “aplicar medidas de prevención y extremar esfuerzos” para evitar que los niños “se vean expuestos de sufrir una agresión sexual en instituciones de acogida o educativas, que deberían ser los espacios que les brinden seguridad… y donde puedan ejercer sus derechos de forma plena”.
En Bolivia la conmoción no cesa tras estas revelaciones. Comunidades de padres y representantes, especialmente de colegios católicos que regenta la Compañía de Jesús, han denunciado que desde hace años se dieron a conocer a los superiores de los religiosos algunos de estos casos y lo que imperó fue el silencio y la impunidad interna.
En lo particular, desde el Colegio Juan XXIII, en Cochabamaba, adultos responsables de sus estudiantes y varios exalumnos denunciaron la omisión de la orden “no solo por las reiteradas confesiones de Pedrajas Moreno a los provinciales catalanes y sacerdotes de dicha institución (que salen a la luz en el diario), sino por las denuncias interpuestas por los estudiantes en diferentes momentos, por lo que fueron expulsados del colegio”.
De momento, tanto el Procurador General de Bolivia como la directiva del parlamento de ese país ratificaron que también se suman a las investigaciones y actuaciones penales para determinar responsabilidades de otros potenciales autores y encubridores en los casos de Pedrajas.
Con información de El País de España
Sigue todas nuestras entrevistas y la información que se produce desde las regiones uniéndote a nuestro canal de Telegram.