Una Palabra Oportuna No. 1775

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Oración de la mañana. Viernes 13 de mayo de 2022.

Por Herlinda Gamboa. Narra Julitze Mayurel.

Cafecito de la esperanza en la Memoria de Nuestra Señora de Fátima

Señor Jesús, vengo a estar contigo con la frescura del amanecer, con la limpieza de la tierra, con la caricia del viento, con el encanto de lo nuevo. En compañía de María nuestra madre y los pastores de Fátima, Francisco, Jacinta y Lucía. Te pido tener la mente fresca y los oídos bien abiertos para escucharte: “No tengan miedo, no se les turbe el corazón, confíen”. Haz que estas palabras se metan en mi cabeza y sepa guardarlas en mi corazón. Palabras consoladoras, pronunciadas antes de tu partida.

Tu ausencia iba a abrir una honda herida en el corazón de tus discípulos. Durante varios años has sido su amigo, defensor, apoyo, su fortaleza. Ahora te marchas y les acecha la tristeza, la angustia, la soledad. Les animas a perder el miedo, a superar la ausencia. Llega el momento de la fe, del fiarse plenamente; les consuelas diciendo que te vas porque les interesa a ellos, porque así les puedes preparar una casa en el cielo, grande, bonita, con muchas habitaciones, donde todos puedan tener su espacio. Volverás, para seguir viviendo en un lugar maravilloso donde ya no habrá “luto, llanto, ni dolor”. Una casa donde el gozo será permanecer en el amor del Padre, en tu amor y en el de los hermanos.

Es el fruto de tu redención  hecha realidad en nosotros por la fuerza del Espíritu. En nuestro café nos centramos en la acción que el Espíritu Santo realiza en la Iglesia y en cada uno de nosotros. El Espíritu Santo “les guiará a la Verdad que nos hace libres”. Te agradezco este momento por las luces que me has concedido al escuchar tus palabras, he sentido que ha desaparecido el miedo a la muerte. Nuestra situación allá arriba, en tu casa, será mejor que todo lo vivido aquí en este mundo. Tu casa será mi casa; tu mesa será mi mesa; tu jardín será mi jardín; tu felicidad será la mía.

Danos tu amor y gracia que eso nos basta. Amén. PAZ Y BIEN.

resencia Señor, saldremos fortalecidos.