Oración de la mañana. Viernes 15 de julio de 2022.
Por Mireya Escalante.
Misericordia, solo eso (Mateo 12, 1-8)
La expresión usada por el Papa, relativa a la Iglesia como “un lugar de acogida”, “hospital de campaña” y no como a veces se presenta, más parecida a una sala de torturas. Se respalda por la palabra de hoy: “hay alguien más grande que el templo, que es dueño del sábado, de la ley… y que nos pide misericordia y no sacrificios”.
Los sacrificios, las normas, las exigencias de alguna forma son externos, se ven, se exigen, pero la misericordia viene del corazón y solo el dueño del sábado lo puede ver.
Es lamentable saber como a una hermana, que lleva a su hijo a una Iglesia sin la ropa apropiada para hacerlo, es rechazada, expulsada. ¿Eso era lo más importante? Tal vez nadie nunca se lo ha enseñado y sin embargo alguien se siente con autoridad para sacarla, porque no cumple las mínimas normas con su presencia.
¿Quiénes somos para alejar a alguien de la misericordia de Dios porque no se cumpla la “norma”? A veces el gusto al poder, nos hace olvidar que hay Alguien más grande que el templo y que nos pide misericordia y no sacrificios.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.
