Oración de la mañana. Lunes 18 de julio de 2022
Por Herlinda Gamboa y voz de Luz Bettina Fuenmayor.
Cafecito de la esperanza en camino de conversión
Señor Jesús, en el café de esta mañana seguimos entrenando los ojos del corazón para reconocerte actuando en la vida cotidiana. Llegar a familiarizarnos y a contar más con el Espíritu Santo, necesitar menos pruebas y ser capaces de confiar en lo que hemos aprendido de ti.
Los signos que provienen de Dios, a veces los deseamos, e incluso vemos razonable esperarlos. Hoy nos recuerdas que, si los deseamos solo desde nuestros intereses, podemos estar mirando en la dirección equivocada. Necesitamos tu ayuda para ver y apreciar dónde estás trabajando, descubrirte presente en todos los acontecimientos de nuestra historia. Como los escribas y fariseos, nosotros quisiéramos tener un signo que removiera la necesidad de creer, y confiar que nos estás hablando, te revelas en tu palabra y en los signos de los tiempos.
Sin embargo, como en otros pasajes del Evangelio, tienes solamente un signo que darnos; tú mismo, después de la Resurrección. Ese es el supremo signo de la confirmación de las palabras del Padre, y todo aquello que estas significan. ¿Qué tan importante es la Resurrección en la forma que te entiendo y te sigo? Te comparas con Jonás, el profeta que predicaba la conversión. Más aún, proclamas claramente ser incluso más grande que Jonás y que el sabio Salomón, por lo que nuestra resistencia a la conversión será nuestra condenación. Al final nos anuncias que estarás sentado en el juicio de las naciones. Pido no ser sordo a tu llamado, cambiar lo que necesito cambiar, a modo de no ser merecedor de la condenación. Eres Dios con nosotros. Me invitas a poner mi fe y mi esperanza en ti. ¿Cuáles son los signos que me revelan tu Presencia?
Danos tu amor y gracia que eso nos basta. Amén. PAZ Y BIEN.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.