Oración de la mañana. Sábado 30 de mayo de 2020.
Por Edgar Magallanes SJ.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Entro en la presencia de Dios Amor y siento el refugio de su abrazo.
Le pido: que todo lo que quiera, que todo lo que haga y todas mis actitudes sean de su agrado.
Pedro vio que lo seguía el discípulo amado y le dice a Jesús: «Señor y de este ¿Qué?» Jesús le contesta: «Si quiero que se quede hasta que yo vuelva ¿A ti qué? Tú ¡Sígueme!»
Reflexiono:
Ante la propia cruz preguntamos ¿Señor por qué a mí? queriendo consolarnos con la cruz del vecino. Pero, no se sigue a Jesús sin una dosis de silencio y soledad desde donde brotan los frutos.
Me pregunto
¿Tomo fuerzas en la alegría del amor para afrontar mis cruces futuras?
¿Dejo que el espíritu saque bien del mal o decido ser siempre víctima?
Le agradezco al Señor este encuentro, le encomiendo el día y rezo por la salud del mundo.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.