Una Palabra Oportuna No. 1388

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Espiritualidad. Lunes 01 de noviembre de 2021.

Por Antonio Pérez Esclarín.

La muerte es llegar a casa

La celebración del día de los muertos, me brinda una excelente oportunidad para ofrecer algunas reflexiones sobre el sentido de la muerte para nosotros los cristianos. Nuestro Dios es un Dios de vivos, el Dios todopoderoso es nuestra mamá,  nuestra vida creada por amor no se pierde en la muerte.  Si el Padre resucitó a Jesús, la muerte no tiene la última palabra.

Si Jesús es la resurrección y la vida, la fe nos lleva a afirmar que los que nosotros enterramos y abandonamos en la muerte siguen vivos y más vivos que nunca, pues disfrutan de una vida más plena aunque incomprensible ahora para nosotros.  La vida es camino a la verdadera  vida, la muerte es llegar a casa. Cuando lleguemos nos espera nuestra madre con la mesa puesta, para  celebrar con nosotros el banquete de su amor.

Morir no es perderse en el vacío, lejos del Creador. Es entrar en la salvación de Dios, compartir su vida eterna, vivir transformados por su amor insondable.  Por ello, la vida no termina en la nada, sino en unos brazos amorosos que nos esperan para adentrarnos en la dimensión profunda del amor.

Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.