Muchos autores conceptualizan el duelo migratorio como “el proceso de elaboración de las pérdidas asociadas a la experiencia migratoria”. La movilidad de venezolanos por todo el mundo ha provocado que muchos de ellos no cuenten con suficientes redes de contención o acompañamiento familiar para manejarlo de una manera adecuada.
Arlette Montilla (@arlettemontilla) es una fotógrafa caraqueña que emigró a Buenos Aires en 2017 y allí se dedicó a especializarse en arte terapia y fotografía terapéutica. La artista explicó en una entrevista para la cuenta @migramonitor que éstas son aplicaciones del arte y la fotografía para la expresión y el manejo de las emociones.
“Siendo una migrante decidí trabajar el tema de la elaboración del duelo migratorio para desarrollar una intervención psicosocial que ayude a las personas a poder iniciar esta elaboración del trauma que supone la migración”.
Montilla apuntó que la migración significa una gran pérdida y desde la psicología ha sido estudiada como uno de los duelos más complejo que existen.
El país escogido para la investigación fue Argentina, una nación qué, según el Centro de Derechos Humanos de la UCAB, tiene aproximadamente 171,050 migrantes y refugiados venezolanos. En los años que Arlette Montilla tiene viviendo allí ha podido constatar las condiciones favorables para la migración.
“Cada país tiene sus particularidades. Hay unos cuyas leyes y sistema de Estado han facilitado la adaptación de los migrantes y otros no tanto. Argentina está en el grupo de los que sí, de hecho, tiene una ley de migraciones de las más avanzadas de América Latina. Es muy fácil el proceso migratorio desde la obtención de permisos, conseguir trabajo y no se necesita apostillas muchos documentos”.
La fotógrafa explicó que, para los argentinos, el migrante venezolano es modelo. “Eso tiene que ver mucho con el perfil del venezolano migrante aquí. En mi investigación pude ver por censos y levantamientos de información sobre la migración que el venezolano acá tiene un alto nivel educativo, casi todos son profesionales, aproximadamente un 80%”.
El duelo migratorio como acompañante
Montilla puntualizó al duelo migratorio como un desafío para los venezolanos migrantes en Argentina. En su investigación, puntualizó como hallazgo más importante el hecho de que muchos sienten que no tienen derecho a sentirse tristes solo porque les está yendo bien.
“Creo que eso termina siendo una autocensura, no está mal sentir que la migración nos duele como a cualquier migrante. Es un proceso que implica pérdidas duras y no estamos exentos a vivirlas a pesar de la aceptación”.
En la tesis de Montilla, plasmó que muchos venezolanos en Argentina ocultan cómo se sienten. “Es raro ver a un compatriota acá que diga que siente tristeza a pesar de tener trabajo, le cuesta aceptarlo porque cree que más bien tiene que estar agradecido. El ocultamiento de esas heridas que deja el duelo migratorio hace que sea más doloroso”.
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