Hasta este 31 de mayo no hay informaciones evidentes sobre el destino ni el cargamento de dos buques iraníes que partieron hace días desde el país persa. Solo la presunción de la Agencia de Seguridad de Estados Unidos de una posible ruta que podría terminar en Venezuela.
Los dos buques son de origen iraní y han sido identificados como una fragata y un petrolero convertido en una base de operaciones flotante cuyo cargamento es desconocido.
La Agencia de Seguridad de Estados Unidos cree que las embarcaciones podrían formar parte de algún tipo de intercambio que puede incluir información de inteligencia o mercancía entre Irán y Venezuela.
De acuerdo con el portal de noticias Infobae, el buque Makron de 70 metros de largo fue puesto en servicio este mismo año 2021 y sería una de las plataformas usadas para misiones de guerra electrónica y operaciones especiales.
Además, estaría equipado con misiles y otras armas de guerra de capacidades extraordinarias de las cuales ya habrían presumido las fuerzas armadas de Irán.
Según la observación de la Agencia de Seguridad de Estados Unidos, ambos buques se dirigían al sur de África a lo largo de la costa oriental, al menos, de acuerdo con el informe del 29 de mayo.
Esta misma ruta ha sido tomada por los buques tanqueros petroleros que ha arribado a Venezuela. Es por ello, el temor de Estados Unidos de que los buques representen una nueva amenaza para sus intereses.
Lo que está en juego
Este movimiento de buque pondría en duda la continuidad del proceso de acercamiento que persigue bajar la tensión entre Teherán y Estados Unidos que estaría adelantando Joe Biden, presidente de EE.UU.
También se pone en duda la posible reincorporación de Estados Unidos al acuerdo nuclear de 2015 que jugaría un papel importante en la paralización del programa nuclear iraní.
Otra incidencia política sería el avivamiento de los debates en Washington que no ven con bueno ojos la intención de Biden de reabrir las negociaciones con Teherán para abordar temas en común y posibles nuevos acuerdos que bajaría notoriamente la tensión entre ambos países.
Estados Unidos e Irán pugnan por una presencia influyente en América del Sur. Y por lo pronto, Venezuela representa una mayor dificultad para Norteamérica, mientras que para Irán representa la única puesta abierta en el contexto continental americano en el cono sur.