El 13 de febrero de 1992, en el Parque Nacional Henri Pittier, más de 50 guardaparques venezolanos forjaron un capítulo memorable en la historia de la conservación ambiental.
Ese día, con un espíritu inquebrantable, establecieron el “Día Nacional del Guardaparques”, una fecha que desde entonces se ha convertido en un homenaje para quienes se dedican a proteger la riqueza natural de nuestro país.
Los guardianes de la biodiversidad
Los guardaparques son la primera línea de defensa de la naturaleza venezolana y son considerados los centinelas que velan por la integridad de 43 Parques Nacionales y 22 Monumentos Naturales, custodiando la invaluable biodiversidad que alberga nuestro territorio.
Las funciones de los guardaparques van más allá de la vigilancia y el cumplimiento de las normas ambientales. Son educadores que sensibilizan a los visitantes sobre la importancia de la conservación, guías expertos que acompañan a los exploradores en su viaje por la naturaleza, y héroes que arriesgan su vida en misiones de rescate y combate de incendios forestales.
Ser guardaparques para muchos no es solo una profesión, es un compromiso de vida que implica sacrificio y entrega. Es por ello que se les asigna una fecha de reconocimiento a quienes, a pesar de las condiciones adversas, los presupuestos limitados y los salarios que no siempre se ajustan a la magnitud de su responsabilidad, se mantienen firmes en su propósito.
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