Bolivia: Obispos avalan el resultado electoral

51
Archivo

Los obispos de la Conferencia Episcopal Boliviana afirmaron que el proceso electoral del país transcurrió con transparencia y pidieron que se ejecuten mecanismos para aclarar las dudas de un sector de la población.

A través de un comunicado, el Episcopado dio fe de estar conforme con los resultados de las elecciones presidenciales en el país y de que los organismos de observación internacional no encontraron ninguna irregularidad.

«La Conferencia Episcopal junto a representantes de las Naciones Unidas, la Unión Europea y la OEA, hemos acompañado el actuar del Órgano Electoral Plurinacional y hemos considerado que todo el proceso de las elecciones nacionales del 18 de octubre se ha desarrollado en paz y en forma transparente. Por otro lado los observadores de las organizaciones políticas participaron del cómputo de los tribunales departamentales y no presentaron observaciones sobre el proceso electoral y sus diferentes etapas», dice el primer punto del comunicado.

En el segundo punto, sin embargo, los prelados recomendaron a las autoridades electorales promover acciones que permitan devolver la tranquilidad a aquellos que rechazan el resultado final.

«Sin embargo, dado el ambiente de duda que se ha creado en algunos sectores de la población y tomando en cuenta la transparencia que debe regir en todas las instituciones públicas, sugerimos implementar mecanismos de diálogo e información para generar un clima de certidumbre y confiabilidad en el proceso electoral y contribuir a la consolidación de la democracia y la paz social».

Durante las elecciones, el partido del Movimiento Al Socialismo, al que pertenece el ex-presidente Evo Morales, obtuvo la victoria con el 55,11% de los votos, lo que puso a Luis Arce como jefe de Estado y de Gobierno por los próximos 5 años.

Tras conocerse los resultados, Jeanine Áñez, quien ocupaba el cargo desde 2019, fue la primera en reconocer a Arce como vencedor, pidiéndole que gobernara por Bolivia y por la democracia.

Su principal contendiente, Carlos Mesa, también reconoció su derrota, asegurando que el candidato masista había obtenido un «contundente triunfo».

Aún así, un grupo de ciudadanos de tenencia contraria salieron a las calles a protestar los resultados, exigiendo una auditoría de los mismos.