Confirman aumento de casos de desnutrición severa infantil en Venezuela

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Foto: referencial.

Entre enero y febrero de 2022, es decir, en tan solo dos meses del presente año, las organizaciones no gubernamentales registraron un nuevo auge de la desnutrición severa infantil en Venezuela.

Según la organización social de la Iglesia católica Cáritas de Venezuela, por ejemplo, la desnutrición severa en la población infantil está por encima del 13% de los niños abordados.

Esta situación supera la capacidad las ONG de prestar apoyo, servicio y atención a esta población, advirtió Cáritas de Venezuela.

Por otra parte, la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) registró 1.179 casos de desnutrición severa en niños menores de cinco años.

Tanto los números de la OCHA como de Cáritas de Venezuela son parte de las estadísticas que corresponden a enero y febrero de 2022.

De acuerdo con esta instancia de Naciones Unidas en el país, el 45% de los casos de desnutrición severa infantil están ubicados en Bolívar y Miranda.

Otro grupo equivalente al 10% están repartidos entre Barinas, Delta Amacuro y Táchira: «Esto incluye algunos casos complicados de desnutrición aguda severa que requirieron atención intrahospitalaria», reveló la OCHA.

Además, 891 niños y niñas mayores de cinco años y adolescentes fueron diagnosticados con delgadez.

La desnutrición también afecta a la mujeres embarazadas que presentaron un bajo peso gestacional. Según la Oficina de asuntos humanitarios, 460 mujeres embarazadas fueron identificadas con estas falencias.

Altos precios de medicamentos e insumos

Dos factores claves afectan tanto a la población infantil como a las mujeres en faceta de gestación: el alto costo de los alimentos y de las medicinas.

Al no tener acceso a los insumos nutricionales, ambas poblaciones reducen involuntariamente su consumo de nutrientes en cantidades adecuadas. En algunos casos, la incapacidad es tal que la restricción de acceso a alimentos y medicina es casi total.

También, señalan que los centros de atención pública de salud y su propia crisis como uno de los detonantes de desnutrición.

En 2022, hasta el 28 de febrero, la respuesta humanitaria alcanzó a 503.000 personas con algún tipo de asistencia en todos los estados de Venezuela.

Tanto la OCHA como Cáritas de Venezuela también afirman que persisten los fallos en la prestación de servicios públicos, como es el suministro de la energía eléctrica especialmente al occidente del país.