Coser uniformes de tu hija para sortear la crisis

157
guárico historia
Foto: Radio Fe y Alegría Noticias.

Yolitza Vásquez, junto con su esposo, tomaron la iniciativa en este nuevo inicio del año escolar de comprar tela para confeccionar los uniformes escolares de su hija Oriana.

Oriana estudia 6° grado, en una institución educativa en San Juan de los Morros estado Guárico. Según relató Vásquez a Radio Fe y Alegría Noticias, al sacar cuentan de los costos en los que salía comprar un uniforme y el costo del metro de tela, vieron más viable elaborarle los uniformes a su hija por primera vez.  

“Decidí comprar la tela para economizarme un poquito y aquí estoy realizando los pantalones. Aquí llevo uno ya hecho y las camisas del uniforme también”, dijo.

Esta madre lleva años cociendo y, a raíz de que heredó unas máquinas de su madre, se gana la vida remendado ropa y cerrando camisas que le llevan de una fábrica que elabora uniformes para empresas.  

“Cada chemise o cada franela cuesta entre 5 y 6 dólares dependiendo la marca y con los pantalones es lo mismo. Entonces su papá y yo decidimos hacer los uniformes, comprar la tela y hacer los uniformes, ya que yo cuento con mis equipos de trabajo porque yo soy costurera. Tengo mis máquinas, entonces se me hace más fácil realizarle los uniformes”, contó.

Vásquez señaló que, con 20 dólares que invirtió en telas, pudo sacar cinco piezas del uniforme de su hija.

“De dos metros de tela, me salieron tres franelas y de dos metros de gabardina para los pantalones me salieron dos pantalones también. Mi hija estudia 6° grado, tiene 11 años y donde estudia no es como las escuelas públicas que pueden ir con un pantalón cualquiera. Es un colegio privado y son exigentes: tiene que ser pantalones de gabardinas y camisas, o chemise o franelas con el logo del colegio. Y eso es lo que estoy haciendo. Empezó el año escolar y yo todavía cociendo”, agregó.

Esta madre se siente satisfecha pues, a pesar de que pasa todo el día pegada a la máquina de coser, pudo sacar tiempo para confeccionar y cocer los uniformes a su única hija, para que siga estudiando.

Historias como la de Yolitza se escuchan en muchas comunidades guariqueñas, donde madres hacen de todo un poco para proveer a sus hijos de sus uniformes escolares y de ese modo puedan seguir asistiendo a sus escuelas, a recibir una educación para su futuro.